Diario de León

CON VIENTO FRESCO

Contra la desigualdad

Publicado por
JOSÉ A. BALBOA
León

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Si una de las caras más visibles de la crisis es la desigualdad creciente; la otra, más dramática y lacerante, es la miseria que atenaza a muchos compatriotas. La primera no es causa de aquélla sino estructural, pero la ha hecho menos opaca y la hará más grave y más peligrosa aún si no se resuelve pronto. Desde hace algunos años, en momentos de bonanza económica —por eso pasó desapercibida—, la brecha entre ricos y pobres se ha ido agrandando cada vez más. Los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada día más pobres, incluso en países del norte de Europa tradicionalmente más igualitarios, como hemos visto en un informe reciente sobre esta cuestión en países de la Ocde. En España la distancia se ha incrementado considerablemente en la etapa socialista, hay una mayor y no una menor desigualdad; también en esos años, en este caso por la crisis, la miseria, compañera del paro, ha aumentado. En más de un millón y medio de hogares españoles no entra ningún dinero por desempleo.

Esta situación explica la actividad notable de algunas ONGs en la vida española, que ayudan no ya a los desheredados sino a parados que necesitan de esa ayuda para terminar el mes. Hubo un tiempo de un mayor número de organizaciones, pero en muchos casos sus ingresos derivaban de ayudas públicas, lo que las hacía casi gubernamentales. Su papel y presencia es ahora más reducida, también les afecta la crisis; sólo las de verdad, las que tienen tradición y arraigo social, como Cáritas, Manos Unidas y alguna otra, se mantienen y contribuyen a paliar ese drama humano. Reconocer esa obra meritoria es lo que ha hecho el pasado sábado el Instituto de Estudios Bercianos, una asociación que cuenta con más de setecientos socios, al nombrar socios de honor 2011 a Cáritas diocesana, al Comedor Social del Centenario y Hogar del Transeúnte San Genadio, y al Banco de Alimentos del Sil. Fue, en mi opinión, un gran acierto.

Detrás de cada una de instituciones como Cáritas diocesana, de la Iglesia, hay muchas personas, mucho esfuerzo, mucho amor; también en otras ha habido buenas ideas, como la de Antolín de Cela al crear el Comedor del Centenario en tiempos de tanta penuria, y loables iniciativas, como la del Banco de Alimentos del Sil de colocar mesas petitorias mañana en las entradas del Toralín, donde jugarán la Deportiva y el Real Madrid, para lograr recursos con los que ayudar en estas fiestas navideñas a 350 familias del Bierzo. Como siempre, algunos criticarán que esto no son más que parches, caridad, opio del pueblo. Cierto, hay que luchar contra la desigualdad con políticas de mayor justicia social, hay que alzar la voz y protestar; pero también hay que ayudar al necesitado, al que pasa hambre y frío hoy y no puede esperar por esas transformaciones estructurales.

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