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EX ALCALDE de valencia de don juan Y EX PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN
León

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La noticia aparecida en este diario el pasado día uno, y completada posteriormente con diversos comentarios, no ha podido dejar a nadie indiferente y menos a los que tenemos algo que ver con ese municipio, como es mi caso al haber pertenecido durante veinticuatro años a su Corporación Municipal, nueve de ellos como alcalde de la misma. La importancia del tema se deducía fácilmente del gran titular que aparecía en primera página el primero de los días citados: «Acusan a dos funcionarias de robar 25.336 euros en Coyanza». Y me gustaría hacer alguna aportación al mismo ya que lo conozco con cierto detalle y me consta que se han hecho sobre él algunas afirmaciones que no se ajustan a la verdad.

El pasado mes de mayo llegó a mis manos una copia del acta emitida con fecha 18 de noviembre del 2010 por el Tribunal de Cuentas de Madrid. En este documento de quince páginas se podía leer, entre otras cosas, que «conforme a los listados comprobados y aportados por el Ayuntamiento existen altas (en el Servicio municipal de Aguas) efectuadas desde el año 2005 en las que no existe constancia del ingreso de las cantidades correspondientes por un importe total de 25.336,15 euros y que conforme a las averiguaciones efectuadas por el mismo Ayuntamiento… los usuarios habían abonado sin que las mismas fueran debidamente ingresadas en la Corporación». Y al final se decía que «las conclusiones a las que se ha llegado son fruto de una serie de actuaciones efectuadas a partir de un escrito del alcalde de Valencia de Don Juan que había tenido entrada en ese organismo el día 27 de noviembre del 2009. No es por tanto cierto, que fue «en agosto del 2010 cuando los concejales de Hacienda y Aguas alertaron al alcalde de que el importe cobrado a varias empresas no había sido ingresado en las arcas municipales», como se dice en Diario de León el día 1 de este mes de diciembre.

Como estas noticias, que me parecieron relevantes, y más en medio de la campaña para las elecciones municipales, no me habían llegado a través de ninguna persona relacionada con la Agrupación Socialista de Valencia de Don Juan a la que pertenezco, informé de ellas a los miembros de la candidatura del PSOE. Me consta que estos se reunieron para tratar el tema y pensaron que no era el momento adecuado para sacarlo a la luz, postura que me pareció respetable y hasta prudente y ejemplar. Por mi parte, como por aquel entonces escribía semanalmente una columna en un medio de comunicación y en la que debía publicarse el día 20 de mayo se hacía una crítica del funcionamiento de los partidos políticos, creí que interpretaba los deseos de mi informante aludiendo a este tema e introduciendo el siguiente párrafo: «Y para terminar de oscurecer el panorama me llega la noticia de que en el Ayuntamiento coyantino se ha detectado una fuga de 25.000 euros que nadie sabe a dónde han ido a parar y el Alcalde, que presume de un funcionamiento ejemplar, no quiere saber nada del asunto sino sólo de éxitos, de placas y de inauguraciones».

Unos días después de haber enviado el original de la columna me llamó el director de la publicación para decirme que debía retirar el citado párrafo y, ante mi negativa a mutilar el artículo, optó por no publicarlo. El motivo que alegó fue que el alcalde de Valencia de Don Juan había amenazado con una denuncia judicial, por lo que creí oportuno dirigir a este último un escrito, que presenté en el Ayuntamiento el mismo día 20, en el que manifestaba mi total desacuerdo con esa forma de actuar y dejaba claro que «no me han asustado unas amenazas que me parecen totalmente injustificadas e inadmisibles y un ejemplo del mal uso que puede hacer un gobernante de los poderes que los ciudadanos han puesto en sus manos». De este escrito no he recibido hasta ahora contestación.

De lo dicho se desprende que la actuación del actual portavoz socialista en el Ayuntamiento no solo no merece las descalificaciones que de él hace el alcalde en ese periódico al día siguiente de destaparse los hechos que comentamos, sino que ha sido ejemplar. En efecto, él y sus compañeros decidieron esperar hasta pedir información en el lugar que creyeron adecuado o sea en el pleno ordinario del mes de septiembre. De las respuestas y comentarios que se hicieron tanto ese día como en el siguiente pleno ordinario, y de los que nadie había informado hasta ahora, se puede deducir quién ha actuado correctamente y si ha habido o no pacto de silencio entre alcalde, concejales de oposición y periodistas. Desde fuera nos resulta sumamente extraño que unos hechos tan graves que comenzaron a gestarse hace seis años, que fueron tratados en la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento por dos veces en el año 2009, que han atravesado más tarde las vicisitudes que acabamos de narrar y que hace ya tiempo se encuentra en los tribunales de justicia, no hayan merecido ser noticia hasta el pasado día uno. Lo que no podemos saber desde fuera es si hubo un pacto o simplemente una curiosa coincidencia de criterios. Pero alguien debería explicar por qué esa coincidencia se mantuvo tan escrupulosamente durante años para romperse de repente de manera tan estrepitosa.