Antibióticos se vacuna contra la crisis

Soplan buenos tiempos para la que durante muchos años fue la industria más importante de la provincia y, todavía hoy, es uno de los emblemas de León. Antibióticos ve una luz al final del túnel de la grave crisis en la que la dejaron inmersa los italianos de Sir Fidia.

Mucho se había hablado de diversificación, de buscar productos alternativos y de abrir nuevos mercados, que permitieran a la fábrica leonesa solventar una situación que se tornó dramática cuando Sir Fidia hace años llegó a ofrecer la industria gratis, con la única condición de que quien la comprara asumiera toda la deuda, eso sí nunca llegaron a aclarar a cuánto ascendía. Ahora, parece que esa diversificación comienza a vislumbrarse y lo está haciendo de la mano de la multinacional Amyris, que está participada por Total y cuyo mercado se centra en Estados Unidos y Brasil.

Primero fue el farneseno, un componente químico que se emplea en la producción de diésel y lubricantes, y ahora se conoce un nuevo producto: el ácido artemisínico. Dicho así puede parecer de poca monta, pero se trata de la base para crear la artemisina, o lo que es lo mismo, la vacuna contra la malaria. Un proyecto para el que la nueva dirección de Enerthi en Antibióticos ya ha puesto en marcha un equipo de trabajo de ocho personas y, lo que es más importante, que está apadrinado por la Fundación para la Lucha contra la Malaria, que presiden Bill Gates y su mujer. Sin duda, toda una garantía de futuro.

Estos dos proyectos, que llegan de la mano de entidades solventes y serias, no vienen más que a demostrar la gran capacidad de producción que aún tiene la fábrica leonesa, que ahora ya sí encuentra caminos que sustituyan a la que siempre fue su base productiva: la penicilina. Éste es el camino y las administracioines, Junta y Gobierno, deben apoyarlo, porque Antibióticos, ahora sí, tiene ya su propia vacuna contra la crisis.