editorial
Vigilantes con la gran obra de Feve
El Consejo de Ministros nombró ayer a Marcelino Oreja Arburua como sustituto del leonés Ángel Villalba al frente de Feve. Se cumplió el guión y se aprobó un relevo que era previsible tras un cambio de Gobierno y que supone la salida de la compañía ferroviaria de un hombre que ha impulsado un gran cambio para la ciudad de León con la desaparición de la barrera urbana que suponía la línea para toda la zona norte de la ciudad.
El proyecto de Feve es ahora la única gran obra que está en desarrollo real en León y que supone para la ciudad un importante avance en sus comunicaciones internas, especialmente para los miles de usuarios que acuden cada día hacia el hospital, y también para que los barrios de San Mamés y Mariano Andrés logren una normalidad que estaba atrapada por la trinchera que suponía la vieja vía del hullero.
Ahora para la ciudad surge el reto de que se mantengan todos los compromisos y plazos previstos en este proyecto. A los dirigentes locales les corresponde estar vigilantes con esta gran obra.