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León

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No está en mi ánimo intentar adivinar el futuro del PSOE, ni tampoco aconsejar lo que debe hacer. No tengo dotes de adivino, ni conocimientos de la política para dar consejos a un partido de la antigüedad y solera del PSOE. Me limito, como simple ciudadano, a analizar lo que se ve, las acciones que el PSOE ha realizado en los últimos 30 y sus consecuencias. En la primera etapa, siendo presidente el señor González, el PSOE terminó perdiendo las elecciones en 1996, dejando a España en una mala situación económica. El año pasado, siendo presidente Zapatero, el PSOE perdió las elecciones de forma humillante, dejando a España en una ruina económica y social. Ésta es la realidad.

Creo que el PSOE se ha metido en tres problemas graves que son los que le han traído las derrotas, a saber: 1º, la lucha contra el cristianismo; 2º, los cambios en la familia y en la sociedad; y 3º, el desprecio por la Historia de España.

La lucha contra el cristianismo ha sido tan evidente, que ni siquiera la han querido esconder. No es casualidad que hoy la palabra Dios no tenga significado para una parte importante de la población. No es casualidad que todo lo que diga la iglesia sea criticable. No es casualidad que se prohiban los crucifijos, que se utilizan desde Pelayo, mientras se llenan las calles de velos islamistas.

En la segunda etapa, se ha hecho lo posible y lo imposible por destruir a la familia y cambiar la ética de la sociedad española. No es casualidad que la palabra honor ya no tiene ningún contenido ¿quién la pronuncia hoy? ¿Quién dice hoy te doy mi palabra de honor y ahí se acaban las dudas? Antes dos hombres se daban la mano y no había documento con más fuerza. No es casualidad que España sea el mayor consumidor de cocaína de Europa. No es casualidad que los estudiantes españoles sean los más ignorantes de la Unión Europea. No es casualidad que desde la televisión se fomente el anticlericalismo, el aborto y la mala educación.

En cuanto a la Historia, no es casualidad que España sea el único país del mundo donde la bandera sea motivo de mofa, burla y falta de respeto por muchos españoles. No es casualidad que en España te multen por ejercer de español.

Todo esto ha ido pasando durante los últimos 30 años en los que la sociedad española se ha ido convirtiendo en una sociedad grosera, mal educada y falta de valores Se ha intentado dar una justificación de tinte político a todos estos cambios. Se creó la idea de que fue Franco y su régimen los que nos inculcaron esa moralidad y por eso había que combatirla. Son muchas casualidades. No soy moralista, ni pretendo serlo, pero tanta casualidad no puede ser de generación espontánea. Alguien la está orquestando y lo peor de todo ¿a quién le importa? Todas estas aberraciones han traído la máxima corrupción en la Historia de España.

El odio al catolicismo es uno de los mayores errores del PSOE. No se puede olvidar que han sido los países con larga tradición cristiana, entre ellos España, los que han traído la libertad, la cultura, el progreso a la humanidad. No reconocerlo es un grave error. Si echamos a Dios de nuestras vidas, sólo nos queda la materia, el dinero, el poder que, mal gestionados, traen la pérdida de derechos y libertades de los ciudadanos.

La familia ha sido la tradición humana más antigua y más eficaz en el desarrollo humano. La base de la familia es el amor, principio elemental para la convivencia de los humanos. Sin amor no hay nada.

Si estos dos temas son importantes, no lo es menos el desprecio de la historia. La historia nos recuerda lo que hemos hecho bien y lo que hemos hecho mal. Quien no sabe de donde viene, no sabe a donde va decía Marcelino Menéndez y Pelayo y tambiénFelipe González

Al PSOE sólo le interesa la historia a partir de Pablo Iglesias. Esto le lleva a que no cumpla ninguna de las cuatro letras de su partido. No es un partido, son varios. Al menos, los socialistas vasco y catalán son autónomos. Su estructura es federal, aunque más bien parece confederal. De socialista no tiene nada: se ha olvidado de los derechos del individuo en beneficio del Estado. De obrero tampoco tiene nada. No puede ser obrero cuando deja más de 5 millones de parados. Y lo más grave, no es español. El socialista catalán es nacionalista y separatista. El socialista vasco admite el derecho a la autodeterminación de las Vascongadas Quiero hacer referencia a la región leonesa. Un alto dirigente socialista propuso y consiguió la formación inconstitucional de una autonomía con varias provincias castellanas y la región leonesa. La finalidad de esta autonomía era favorecer a una provincia a costa de perjudicar a las otras ocho. Ser leonés en esta autonomía es motivo de mofa, de desprecio y hasta de insultos. Consecuencias: cada legislatura el PP aventaja en más votos al PSOE. Si el PSOE quiere gobernar en Castilla y León, debe volver al camino de la Constitución: formar dos autonomías, una para Castilla la Vieja y otra para León. Rectificar es de sabios.

La ideología heredada de Pablo Iglesias no me convence. Prueba de ello es que el socialismo no ha creado una sola idea que haya beneficiado a la humanidad. En el siglo XXI no tiene sentido. En los últimos 30 años la ideología socialista ha consistido en atacar al PP, Más que un Partido Socialista, parece un Partido Antipopular.

Por si todo esto fuera poco, una de las cosas más graves es la composición de los equipos de gobierno socialistas. Los puestos más importantes de las diversas administraciones los ocupan personas sin experiencia, sin preparación y sin capacidad técnica. Los resultados están a la vista: el Estado descompuesto. Esta España no es España, es una ruina, es el paraíso de un absurdo despilfarro y donde la corrupción ha alcanzado las cifras más altas de nuestra historia.

España necesita imperiosamente un Partido Socialista capaz de gobernar este hermoso país. No es opcional, es prioritario. La esperanza que nos queda a los españoles es que el PSOE tiene una cantera muy buena, con muchas personas con capacidad y preparación más que acreditada para conducir a España por el camino adecuado para convertirla en el gran país que todos deseamos y que España merece. Con una nueva ideología de unidad nacional, de respeto a nuestras tradiciones cristianas, a nuestra historia, sin necesidad de mirar a la derecha o izquierda. Pueden y deben hacerlo.