La voz de los internautas
u Antonio Pérez López escribe sobre las obras en la ciudad de León con el título «A la tercera va la vencida»: «Sólo una reflexión sobre ¿cómo se hacen las cosas?... El tema es una crítica a la conocida como rotonda de Carrefour, la cual después de meses y meses de maquinaria parada y oxidada, muy de vez en cuando mueven la misma piedra de izquierda a derecha, o de derecha a izquierda. Parece más un desguace que una obra. Claro que con sus ¡antecedentes!, no me extraña: rotonda de Villaobispo: después de muchos, muchos meses de obra, moviendo la misma tierra, casi hasta llegar a los cimientos de la Catedral, y de perjudicando a todos los que pasamos por ahí, después de tanto desfile de ingenieros y tanta pasta, se abre, y entre otras precariedades, dejan un solo carril de acceso a la urbe, que está ¡a tope! (saludos Prada) todos los días a horas punta. Rotonda de Michaisa: se intenta hacer algo mejor, aunque a última hora y como siempre, se tapa todo corriendo para que vengan los del coche blindado a bendecir el monumento. Entre otras cosas, a día de hoy, los laterales de hoja de lata, cualquier día filetean un coche. Nuestra «amiga» de Carrefour, no va a ser menos, mira que hay espacio y en los vértices apenas pasan dos coches en paralelo, vamos que el que va por dentro se la juega como en la Fórmula 1. En mi pueblo hay una plantilla de albañiles jubilados de pico, pala y hormigonera, de los de toda la vida, que le dan forma a estas obras faraónicas. En no más de dos meses. Salvo que interese dilatarlas tanto en el tiempo porque sean el ¡sueldo 14!... realmente lamentable
u Miguel Ángel González Díez escribe sobre los bares del barrio Húmedo : «Los hosteleros de barrio Húmedo piden flexibilidad a la Junta y el Ayuntamiento para poder abrir nuevos bares en el barrio. Por favor no lo permitan pues bastantes quebraderos de cabeza tenemos con los ruidos que no nos permiten descansar, con la suciedad después de una noche de copas, cánticos malsonantes etc. Por cierto, lo mismo que la policía municipal llama la atención a unos muchachos que silban a las tres de la mañana en la Inmaculada, ¿por qué no lo hacen en el barrio Húmedo y a otras horas más intempestivas? Que el Ayuntamiento mire más por este barrio abandonado».
u Alfredo Morán Pereira, en nombre de Amnistía Internacional se pronuncia sobre los mitos sobre los desaparecidos en España : «Hace 10 años, los tribunales españoles ordenaron la detención de Pinochet en Londres poniéndose a la cabeza de la aplicación del principio de jurisdicción universal. A pesar de que la Fiscalía española entonces ya intentó entorpecer esta tarea, en estos años se han impulsado investigaciones judiciales sobre delitos contra la humanidad en Chile, Argentina y otros países. Ahora se repite la misma historia con la denuncia de más de 114.000 casos de desapariciones forzadas en España durante la Guerra Civil y el franquismo. El Ministerio Fiscal ignora así los derechos de las víctimas y, lo que es más grave, demuestra su desconocimiento de las obligaciones de derecho internacional que vinculan al Estado español. La Fiscalía, que debería actuar de oficio para garantizar la legalidad, ha recurrido el auto del juez que declaró su competencia para investigar estos casos. Si el Estado español no respeta ahora sus obligaciones internacionales, incluida la de garantizar una investigación judicial efectiva de los más graves crímenes contra la humanidad, se arriesga a ser el hazmerreír de la comunidad internacional por no hacer los deberes en casa. Y es que para pasar página, primero hay que leerla».
u Corín Cabezas Martínez cuestiona la gestión de los puntos limpios : «Me dirijo al punto limpio de San Andrés y al de Carrefour a depositar un frigo americano y cual fue mi sorpresa que en los dos el supuesto operario no te ayuda a tirarlo al contenedor, diciendo ambos que estaban mal de las articulaciones. mi pregunta es: ¿no hay gente joven en el paro que te puedan echar una mano? ¿Qué hace el Ayuntamiento teniendo a esos operarios?, que les pongan en otro puesto a pegar sellos. Así que a partir de ahora mis enseres inútiles a la acera que van».
u César Orejas Martínez escribe sobre los maragatos en la Patagonia . «Soy un español que como tantos ha tenido que salir de su país a buscarse las habichuelas allende las fronteras hispanas. Desde hace meses me encuentro en la Argentina. En la ciudad más austral de la provincia de Buenos Aires, que se llama Carmen de Patagones, sus habitantes tienen el noble gentilicio de maragatos. Debido a que soy leonés y que mi abuelo materno nació en esta comarca, siempre me intrigó el origen de dicho adjetivo. Cuentan las crónicas que los primeros emigrantes en asentarse fueron gallegos, asturianos y en menor medida leoneses de la zona de la Maragatería, aunque estos últimos eran los menos numerosos poseían un arma de la que sus compatriotas carecían: sabían leer y escribir, rápidamente se convierten en prósperos comerciantes. De esta manera dejan su impronta que perdura hasta hoy en día en la forma de gentilicio».