La opinión del lector
La Cepeda existe
Querido Mariano, te escribo desde La Cepeda (León), ¿te suena? Me temo que no, es una zona muy bonita aunque estamos en todo a la cola del mundo y, ¿sabes por qué? Pues porque sólo se acuerdan de nosotros a la hora de pedirnos el voto. Como te decía, en La Cepeda, más o menos el 60% de la población está jubilada y con edad muy avanzada, otro 20% trabaja y la media de su sueldo al mes no llega a 800 euros, y el 20% restante está en el paro o sin cobrar.
Como comprenderás, la mayoría vive de y con los viejos, que por cierto con la subida de sus pensiones este año del 1% casi se acercan a 600 euros mensuales, y también tengo que decirte que este año se les quitó la paga de enero que aunque mísera, aún llegaba para el pan de una semana.
No sé si te suena el nombre Martin Buber, nació en Alemania, y en 1938 fue nombrado profesor de Filosofía en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Pues bien, este hombre al interpretar la regla de oro «ama a tu prójimo como a ti mismo» decía, que consiste en ver al prójimo de la misma manera que cada uno se ve a sí mismo intensa y personalmente en un diálogo y no como un instrumento para ser utilizado.
Partiendo de este planteamiento, si cuando hay bonanza y todo va más o menos bien, nadie se acuerda de repartir el pan de pajarines entre el «prójimo que somos nosotros» lo propio es que cuando vienen mal dadas, nadie se acuerde de «nosotros que seguimos siendo el prójimo» y no nos sacrifiquen con las subidas de impuestos, carburantes, luz, agua, gas y lo más importante la alimentación, porque pensamos que este país estuvo, está y estará mal y no por culpa de nosotros el prójimo, sino por la mala gestión de los dirigentes y son muchos de todas las instituciones y entes (sin omitir ninguna) tanto públicas como privadas.
Raro es el día que no salte algún escándalo de despilfarro, pelotazos, comisiones alevosas, fortunas, patrimonios y sueldos de escándalo. Si los miles de sueldos tan elevados que hay, que ninguno debería pasar de 3.000 euros al mes (cinco veces lo que cobran los jubilados) y los tantísimos que han hecho esas enormes fortunas y patrimonios en cuatro días, devolviesen lo percibido que no les corresponde, España sería la cabeza del mundo y no haría falta sacrificar siempre al mismo, dicho de otra manera «nosotros, el prójimo».
Por último Mariano, si consigues realizar todo esto, eso sí, sin nosotros el prójimo, te ponemos en el santoral.
José María Fdez Redondo. LEÓN