La colaborativa

La misión de un columnista consiste, básicamente, en avisar a otros de que algo sucede. Así funciona este invento, y por ello me parece de justicia resaltar la aparición de un innovador y emergente escenario cultural que pretende poner en valor la imaginación local. Dicen que el pesimismo es el estado natural de los leoneses, afectados como el que más por esa gran plaga de nuestro tiempo que son los quebrantos económicos. Pero el runrún de las malas vibraciones no debe ser obstáculo para las personas inquietas que siguen tratando de obrar su magia aún en las condiciones más adversas. Es el caso de ese volcán de ideas que lleva el nombre de Alfredo Puente y se ha puesto al frente de un proyecto de regeneración creativa que supone, a primera vista, todo un alarde de audacia. Pese a padecer un sarampión culé complicado por una peligrosa infección blaugrana que no acaba de curar, confieso tener un profundo respeto profesional hacia este muchacho, generador de ideales de última generación como es La Colaborativa . Un espacio de modernidad didáctica que, utilizando la compleja mirada del siglo XXI, está basado en la creatividad y las tecnologías orientadas a los emprendedores.

Junto a José Luis González Macías, su socio y compinche en el empeño, ha abierto un vanguardista rincón artístico ubicado en una zona tan noble como el barrio de Santa Marina, de rancia tradición. Allí mismo abre sus puertas La Colaborativa , una suerte de contenedor de actividades encaminadas a generar un crecimiento económico sostenible y un beneficio social, cultural o medioambiental. Una de sus propuestas se basa en el Coworking, servicio por el que se puede alquilar espacio en su local con el fin de dar forma a ideas y proyectos que superen ciertos estándares de calidad. Y es que colaborar, como reivindica su nombre, es un dogma sagrado para esta empresa común de buen hacer colectivo