HISTORIAS DEL REINO
Sama-Velilla again
Febrero del 2012. Vuelve con más fuerza si cabe la vieja lucha titánica del ciudadano contra los poderosos. O lo que es lo mismo: las más de 25.000 alegaciones leonesas y asturianas presentadas en Bruselas contra ese de-satino que Red Eléctrica Española pretende perpetrar entre Sama y Velilla.
El asunto se arrastra desde 1984. Gobernaba entonces el PSOE un Felipe González en quien muchas esperanzas de cambio se habían depositado, y a la sazón encabezaba el Ministerio de Industria el señor Carlos Solchaga. Comenzó entonces un calvario para la montaña leonesa, un combate desigual entre el poder fáctico, el económico, representado por REE, y aquel en el que supuestamente reside: el pueblo, hueso duro de roer, capaz de desgastar la lima de la maquinaria arrolladora de quienes desean clavetear el ataúd del futuro de nuestra tierra atravesando la madera de sus montes con mortales torres.
En el 2003, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló la autorización a la empresa para atravesar la parte leonesa del Parque Nacional de Picos de Europa con unos argumentos que encajarían a la perfección con el presente de la Sama-Velilla. De hecho, en el borrador de la Declaración de Impacto Ambiental, en los informes del CSIC, se alude a que el futuro de las tierras que atravesará camina de la mano del turismo y la naturaleza, condenando, por tanto, el mañana de una tierra ya tocada por la despoblación.
Pese a ello, a finales del 2011, durante las jornadas organizadas en León para debatir sobre los retos energéticos del siglo XXI, en una mesa compartida con Victorino Alonso y Tomás Villanueva, el representante de REE, Rafael de Dios, insistió en la idea de rematar la faena aunque, quizás el inconsciente —o el consciente— le traicionó, cerró su intervención con un clarificador: “no sabemos qué va a pasar con la línea en el futuro, pero Red Eléctrica defiende su necesidad fuertemente”. En castellano: ni siquiera los enterradores del medio ambiente conocen la utilidad el día de mañana de ese látigo demoledor.
Y ahora se sube al ring el presidente de Asturias Álvarez Cascos quien, incapaz de gobernar el Principado y resolver sus problemas, dedica sus energías a hincar el diente a la Sama-Velilla que declara esencial y prioritaria. Una autopista hacia el infierno que carece de fundamento técnico y es mera decisión política.
La semana pasada, rondando san Valentín, sobre la Mesa del Congreso de los Diputados, Izquierda Unida ha depositado una proposición no de ley en la que se insta al Gobierno a eliminar este proyecto. Aduce razones de sobra conocidas por todos nosotros para desestimar la necesidad de su realización. Entretanto, los ciudadanos aguardan una respuesta por parte de REE. Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?