Caños y pintadas

En el mes de enero escribí un par de veces sobre las fuentes, pero no parece que mis escritos hayan tenido eco en Poridad. La de Santo Domingo continúa con su horario diario de 16.00 a 20.00, privándose de su visión a quien transita por allí sólo de mañana y también a los numerosos turistas que nos visitan en fin de semana y que especialmente son reconocidos las mañanas de domingo por la plaza de Regla y la calle Ancha.

Respecto al chorro de la plaza de Santo Martino sí hicieron caso y por lo menos no se malgasta agua y sal y se evitan caídas.

Otra que debe vigilarse es la fuente que hay en el pequeño espacio verde del comienzo de Lucas de Tuy. Suele salirse el agua muy a menudo, y en verano no ocurre nada, pero no es lo mismo en invierno. La madrugada del domingo día 12 el agua había encharcado la calzada y con las bajísimas temperaturas negativas se había creado una gruesa capa de hielo que hacía peligroso el paso de los vehículos, pues lo peor estaba en la curva. Nada digamos de las bicicletas y los peatones (el paso de cebra estaba intransitable) que se las veían y deseaban para mantener el equilibrio.

Creo que será mejor cerrar el grifo en cuanto oscurezca para evitar casos como el que cito. Y tampoco estaría de más comprobar si eso ocurre en otros lugares en los que haya fuentes o caños.

Como ahora el ahorro debe primar, lo cierto es que la cantidad de agua que se va por la alcantarilla es considerable y simplemente colocando una llave en los caños que se abra al presionar (pero ojo, que funcione bien, que no haya que ser Supermán para poder apretarla y que salga el agua) se ahorrarían muchos miles de litros del líquido elemento que no debe malgastarse inutilmente.

Respecto a la segunda parte del título, las pintadas están volviendo a proliferar por la ciudad. Cierto que no tanto como hace unos años, pero se vuelven a ver nuevos garabatos y nombres en muchos sitios. Uno que debe limpiarse y cuidarse especialmente es el nombre metálico de León, con la mesa que hay en la plaza de Regla. Es uno de los lugares donde más se fotografían los turistas y ahora quedará en sus fotos inmortalizada la suciedad de unas pintadas y garabatos que no deben estar allí. Espero que se limpien, pero también que se vigile y se vean los vídeos para comprobar quién lo ensucia y que corra con los gastos.