El ejemplo de Lancia marca el camino a seguir
La educación debe ser, de hecho es, uno de los pilares en los que debe asentarse el futuro de los territorios. Y en eso deben esforzarse todos: administraciones, educadores y docentes. No hay futuro si éste no viene de la mano de la educación, de la formación. Un planteamiento que debe hacerse ahora más plausible, cuando la crisis económica arrecia aún con más virulencia de lo que hacía hace sólo unos meses.
Por eso es de ensalzar ejemplos como el Instituto Lancia, único centro público de la provincia que cuenta con la distinción del Bachillerato Internacional, que comenzará a impartir desde el próximo curso y para el que ya trabajan codo con codo los profesionales del centro.
Una distinción que redundará en una mejor preparación, en un mejor aprendizaje de todos los estudiantes que allí se formen, lo que les permitirá encarar su futuro con más y mayores alternativas. Ese es el camino, ese es el modelo a seguir: más y mejor educación pública, que además de contar con grandes profesionales es a la que todos tienen acceso.