Diario de León
León

Creado:

Actualizado:

Hoy amanece más temprano. No se libran de los recortes ni las noches del fin de semana, que son la única empresa que en esta ciudad no amenaza ruina. Noches de insomnio y recortes como las que se viven en el Hospital de León, donde hay cerradas dos plantas, con espacio disponible para 60 camas, porque «no son imprescindibles», según se ha despachado el consejero de Sanidad de la Junta, Antonio María Sáez Aguado. «Ponerlas en funcionamiento tendría un coste de personal muy relevante», ha abundado para que quedara claro que no era cosa de dinero, sino de logística. Como cuando uno se pone digno a primera hora de la mañana, después de una juerga brindada al sol, y se niega a pedir los churros con la disculpa de que no come entre bebidas.

Se agradece por lo menos la sinceridad del cirujano de Valladolid a quien, después de operar por diferentes escalas del entramado de cargos políticos de libre designación de la comunidad, Juan Vicente Herrera ha decidido poner al frente de la Consejería de Sanidad para que diseccione el sistema y extirpe esas cosillas prescindibles que abundan. Quistes como las plazas libres por jubilaciones que se ha decidido amortizar; malformaciones como las bajas de larga duración que se confían al esfuerzo del resto de compañeros para cubrir el vacío, en vez de hacer sustituciones; bultos sospechosos como los contratos a residentes que acababan su formación y se hacían necesarios para mantener la prestación del servicio... Tumorcillos entre los que no se cuenta disminuir el organigrama de cargos que la última consulta que pasaron fue la de la nómina.

El prisma con el que analiza la situación el gestor político queda fuera del alcance del paisano que se mantiene en la lista de espera, aunque se insista en que «cuando sean necesarias» las camas «se pueden utilizar sin ningún problema». No entra en cabeza ordinaria que después de una inversión de 140 millones de euros se dejen todas esas zonas pa prao , mientras en otras plantas del complejo hospitalario se tienen que cruzar camas para que los enfermos se hagan compañía.

Las obras de ampliación «son para las próximas décadas», emplaza Sáez Aguado. Serán imprescindibles. Aquí, lo que tiene la tasa de envejecimiento es que crece, empeñados como están los médicos, a pesar de los políticos, en que no se muera la gente.

tracking