Los que estaban por encima de la ley

Aparcar el lugares inverosímiles o saltarse los límtes de velocidad eran algunos de los privilegios de los que disfrutaban en León los usuarios o propietarios de al menos 250 vehículos que figuraban como inmunes en los listados informáticos de la Policía Local y los agentes de la ORA.

Figuraban, porque el alcalde acaba de ordenar la anulación de ese listado —que incluye a coches policiales y de representación pública, pero también a particulares a los que el poder político de turno había agraciado con esa patente de corso— y la definición estricta de los expresamente autorizados por la naturaleza de las funciones públicas que desarrollan. Han tenido que pasar más de veinte años y gobiernos municipales de distinto signo para que alguien tuviese la valentía y la sensatez de meter mano a ese asunto.

Concejales de todavía reciente salida del Ayuntamiento e integrantes de corporaciones de los años ochenta y de distintos partidos figuraban es esa nómina de intocables que estaban por encima de una ley que, por lo demás, iguala al resto de los ciudadanos. O al menos así debe ser.