editorial
Una medida que no debe poner en riesgo la gratuidad
Mucho se está hablando del copago sanitario, que en algunas comunidades como Cataluña comenzará a aplicarse a partir de junio a razón de un euro por receta médica, pero que la Junta ya ha dejado claro que no tiene intención de aplicar.
El caso es que los médicos leoneses han comenzado a prescribir las recetas diciéndole al paciente no sólo cuánto cuesta el medicamento que se va a tomar, sino también a cuánto ascienden los diferentes tratamientos que figuran en su historia clínica. Una medida que, por novedosa, ha sorprendido a muchos de los enfermos que precisan de atención facultativa y de la ingesta de fármacos.
Es cierto que se hace necesario que todos tomen conciencia de lo que supone el gasto sanitario, para así evitar el posible despilfarro, pero no lo es menos que ese control deben ejercerlo las administraciones y los profesionales de la sanidad, médicos y farmacéuticos, que son los encargados de regular los medicamentos a tomar. Lo que esta medida no puede ser, en ningún caso, es un paso previo que justifique poner en riesgo la gratuidad de la Sanidad.