Diario de León
Publicado por
Faustino Merchán | doctor en ingeniería de la ULE
León

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En el momento actual sería conveniente abordar el futuro desarrollo de la Humanidad con un enfoque o visión holística (de totalidad), es decir, contemplando la realidad en su totalidad, con aportaciones al desarrollo del individuo (alma).

 

El desarrollo actual es insostenible e injusto pues está desequilibrado, ya que únicamente abastece adecuadamente al 20% de la población mundial, por explotaciones leoninas sin compensar adecuadamente, de tal forma que en aras a un justo equilibrio sería necesario conseguir el «desarrollo sostenible», para evitar el despilfarro por sobreexplotación de los recursos por los más poderosos y redistribuir la riqueza.

 

La Historia la modifican a largo plazo los débiles, aunque cuando adquieren el poder se transforman en fuertes, de tal forma que todo sigue lo mismo, es decir, es una urdimbre de transferencias de poder. Es fácil observar el próximo cambio de modelo, que debería venir de manos de los intelectuales (filósofos y pensadores). El poder técnico-científico es un poder influido por el poder económico, en definitiva son transferencias de poder, significa ruptura de los valores tradicionales, como son el sentido de la libertad, de la dignidad y de la solidaridad, lo que implica en el momento actual grandes incertidumbres.

 

Se cambia de cultura y de civilización. No es un simple cambio de americana a cazadora. Los cambios substanciales, mediáticos, habrán de venir no de los políticos, sino de los técnicos y científicos, sin ideología política, es decir la ideología sería la eficiencia y la productividad.

 

Los filósofos y pensadores, y especialmente los técnicos y científicos pueden aportar su visión científica e integrada, como una unidad en la que todo es interdependiente.

 

Por otro lado, actualmente somos muy ricos en técnica y muy pobres en sabiduría, es decir en el «arte de vivir», ya que nos pasamos continuamente ocupándonos de la lavadora y el coche, alimentando y sosteniendo para realizarnos en esos fines, pero sin libertad real de pensamiento, en el pensamiento libre para ejercer nuestra libertad, ya que el poder pretende y sin duda, lo consigue en general, guiarnos y reconducir nuestro pensamiento. Es decir, el poder nos educa para que seamos consumidores y productores, pero no ciudadanos.

 

En definitiva, deberíamos elegir con libertad para la toma de decisiones, para lo cual habría que reeducarnos en Libertad, Igualdad y Fraternidad, aunque ¿Liberqué? ¿Igualiquién? y ¿Fraternicuando?

 

El desarrollo tecnológico en el mundo occidental ha generado tantas diferencias que no sólo ha provocado una mayor distancia entre ricos y pobres, sino que ha producido en la sociedad desarrollada una decadencia cultural, que ha cambiado los hábitos de vida y ciertas capacidades del conocimiento que anteriormente eran un valor en sí mismas.

 

El mundo de la comunicación, por ejemplo, ha cambiado completamente, no sólo la cantidad de información que disponemos, sino que ha modificado la calidad de la misma. Actualmente estamos sometidos a una descarga continua, donde es muy difícil discernir el grado de certeza y veracidad.

 

En cuanto a la actual situación económica mundial, y especialmente la española, observamos con claridad meridiana que lo que nos cuentan es falso en cierta medida, o mejor, incompleto. El origen real, y de fondo, de la crisis está en la falta de valores y de ideas, y de liderazgo que las democracias han generado en el sistema, con personas incapaces de gobernar en puestos de alta responsabilidad, a los que hasta hace poco tiempo, sólo llegaban aquéllos de una alta formación académica, profesional, moral y con experiencia en toma de decisiones de alta responsabilidad.

 

Todos los países avanzados, en lugar de preocuparse por la cultura y la educación, llevan tiempo pensando en consumir y producir, para continuar un ciclo capitalista sin control, un modelo agotado, que nos lleva a la situación que tenemos en la actualidad, permitida e incluso propiciada por líderes acabados, pero adecuados para este modelo de sistema que apoya conseguir la felicidad sólo en base al consumo material, olvidando que la plenitud se alcanza en aspectos tan inmateriales como la entrega a los demás, la satisfacción del deber cumplido o de un trabajo bien hecho, o aportación al desarrollo del conocimiento en todos los órdenes, para la Humanidad, mas que en almacenar cosas innecesarias.

 

La crisis que estamos viviendo es de falta de líderes que hablen claro a una sociedad que espera algo mas que dinero de sus gobernantes. El conocimiento de aspectos físicos y espirituales puede llegar a proporcionar estados de satisfacción realmente elevados si lo comparamos con las noticias basura que cada día nos empapan nuestras neuronas, y contaminan nuestro medio ambiente más íntimo, el pensamiento.

 

Nuestros líderes políticos y económicos, sin honor y sin dignidad, pero con ruindad y mezquindad están consiguiendo una sociedad altamente tecnificada, habitada por consumidores incultos y sólo preocupados de su capital, en lugar de descubrir los milagros que ha desarrollado el conocimiento y la propia naturaleza, y el alcance de los mismos.

 

Pero, como aviso para navegantes, aunque estemos montados a bordo de esta crisis, el éxito futuro está asegurado, pues señores pasajeros, volamos juntos en una esfera de 12.000 kms. de diámetro y dicha nave recorre el espacio alrededor del Sol a mas de 100.000 kms/h, sin que lo noten, al menos, nuestros torpes líderes.

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