AL TRASLUZ
El logro de Carnicer
El logro de un gran escritor no se puede medir por el número de honores recibidos, me dije reflexionando sobre Ramón Carnicer, y menos aún por los que le fueron en su día ninguneados. Lo que cuenta es la obra realizada, ese vasto territorio que abarca mucho más que los libros publicados. La obra es la vida, y al revés. Y sí, la suya fue una existencia repleta de grandes logros, tanto en lo personal —hay están Doireann MacDermott y Alonso— como en lo profesional. Respecto a esto último, no confundamos la literatura con su farándula, Carnicer nada tuvo que ver con esta última. Me vienen a la memoria unas palabras de Gaya Nuño sobre Vela Zanetti, que también pueden ser aplicadas a este escritor leonés: «ha preferido a una vida triunfal, el triunfo de la vida». No, no le dediquemos excesivo tiempo a los ninguneos de los que fue objeto, pues jamás consiguieron silenciar la calidad de sus libros, ni la calidad ética de su conducta.
Está siendo una delicia escuchar a los participantes de las jornadas de estudio y homenaje, que bajo la eficaz dirección de José Enrique Martínez, viene programando la Universidad, con la colaboración de la Junta de Castilla y León, Diputación, Fundación Antonio Pereira, Caja España-Duero, y el Ayuntamiento de Villafranca. Posiblemente, en tiempos de bonanza cualquiera de esta instituciones hubiese podido ella sola asumir el patrocinio, hoy eso ya no es posible y se llega a los ciudadanos aunando esfuerzos. Ese debe ser el camino en estos tiempos de crisis: sumar voluntades. Porque en el terreno estricto de la creación literaria, acto siempre íntimo, sólo puede ser frenado aquello que ya lo estaba por su propio autor.
En estas jornadas estamos teniendo la ocasión de descubrir a Carnicer a través de algunos de sus mejores amigos. Pero que nadie se confunda, pues la verdadera amistad es una forma de conocimiento, no distorsiona: ilumina con su verdad. Así, José Carlos Mainer llenó de luz la sala del Instituto Leonés de Cultura, con sus saberes acerca del amigo. También lo hicieron Andrés Trapiello, Martínez. Miñambres… En eso consiste dicho triunfo al que nos referíamos: a que tu presencia sea tan recordada como tu obra. Carnicer lo ha logrado.