MÁS QUE PALABRAS
Asturias y el lío
En su día critique, duramente, la decisión de Francisco Alvarez Cascos de convocar elecciones anticipadas meses después de llegar al poder con el argumento de que PP y PSOE habían realizado una especie de pinza que le hacía inviable gobernar. Lo critiqué porque los tiempos no están para celebrar elecciones cada dos por tres y porque la cintura política es un merito que define a quien la practica. Hubo elecciones y las cosas quedaron una vez más tan ajustadas, que en estos momentos UPyD, el partido de Rosa Díez, tiene en sus manos decidir quién será el nuevo presidente autonómico. ¡Para ese viaje no hacia falta alforjas! decían algunos, mientras otros acusaban a Cascos de soberbia y de que en el pecado estaba teniendo la penitencia.
No soy una experta en la política de esa hermosa tierra, pero se ve a la legua que mas allá de las diferencias ideológicas allí la derecha respira por la herida de las cuitas y los enfrentamientos personales, y ese es un mal asunto porque las pequeñas miserias partidistas están poniendo en jaque la formación de gobierno.
Si en su día fié un error dividir al centro-derecha con la creación de un partido como Foro ahora es también un error que el PP haya decidido postular a Mercedes Fernández como candidata a la presidencia, dando a la izquierda la posibilidad de formar gobierno si finalmente reciben la bendición de UPyD. Ya sabemos que la política hace extraños compañeros de cama, pero lo más llamativo es que algunos estén dispuestos a perder hasta la cama para no variar sus posiciones.
El PP es el tercer partido en Asturias y lo lógico hubiera sido aspirar a la vicepresidencia pero no a presidir el Principado, dado que el Foro de Cascos consiguió mejores resultados. Pero lo lógico, a veces, no es lo más práctico y para el PP no lo debe ser.
El argumento de los populares es, en definitiva, que están dispuestos a que gobierne la izquierda, porque para las próximas elecciones Cascos estará tan quemado que serán ellos quienes se hagan con el poder. ¡Bueno! es una estrategia como otra cualquiera y tal vez sea cierto que finalmente el actual presidente en funciones se queme en la oposición y tire la toalla, pero ¿quién les dice a ellos que la izquierda política no conseguirá hacerse más fuerte en su gestión de Gobierno y que el PP no vuelva a tener la oportunidad de gobernar en muchos tiempo?
¡En fin!, si no cambian las cosas en las próximas horas y no parece, el desacuerdo está cantado y bendecido por Génova por lo que, evidentemente, para este viaje no hacía falta alforjas y al final será PSOE e IU quienes se lleven el gato al agua y Asturias será, de nuevo, de izquierdas, gracias a una derecha cainita y depredadora.