El oportuno cambio de la mujer de Otero

Anda el Ayuntamiento de León enfrascado en la reducción de personal, para cumplir con el plan de ajuste y poder recibir el crédito del ICO, que le permita pagar a los proveedores, y para dar viabilidad de futuro al Ayuntamiento, según explican desde el equipo de Gobierno.

274 trabajadores de diferente servicios son los que tienen la espada de Damocles del despido sobre sus cabezas. Y todos están en vilo estos días sobre lo que pueda suceder en las reuniones de la mesa negociadora, que sienta a sindicatos, equipo de gobierno y partidos políticos, para dirimir cómo se aplican esos despidos e, incluso, si se pudieran reducir.

Pero, ¿todos están preocupados? No, los hay que han tenido más suerte y ya respiran tranquilos porque, así de repente y de forma inesperada, han visto cómo les cambiaban de servicio, para trasladarlos a otro en el que no están planteados despidos. Que se lo pregunten a la mujer de Joaquín Otero, que estaba en el albergue municipal, donde la colocaron durante el primer gobierno PSOE-UPL, que duró de junio del 2003 a diciembre del 2004, y que ahora, justo mes y medio antes de que se anunciara el cierre del albergue, la trasladaron a bibliotecas. Eso sí que es suerte y no la de la lotería.