Diario de León

CON VIENTO FRESCO

La excusa de la crisis

Publicado por
JOSÉ A. BALBOA DE PAZ
León

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La expresión «con la excusa de la crisis» se ha convertido en una especie de mantra, que la oposición utiliza ante cada medida del gobierno, como si fuera el único o el supremo argumento capaz de oponer, o como si con ella se pretendiera conjugar el supuesto mal que Mariano Rajoy y sus compinches buscan ladinamente causar a los ciudadanos. El PP, afirman sin sonrojarse y olvidando la herencia desastrosa que dejaron los socialistas, no ofreció en la campaña electoral del pasado año un programa a los ciudadanos; al contrario, con el ruido mediático de la campaña por la crisis ocultó sus aviesas intenciones: abrasarnos a impuestos, reducir el déficit recortando los derechos sociales, privatizar la educación y sanidad, limitar los derechos sociales. No ofreció tal programa o, aún peor, Rajoy mintió. ¡El PP miente!

La izquierda y sus terminales mediáticas machacan a la ciudadanía con la agip-pro de la mentira, pero tiene poco recorrido. Como hemos visto no es capaz de movilizar ni a sus afiliados en las manifestaciones del 1º de mayo. Como no es efectivo, añaden el manta de «con la excusa de la crisis», que sirve para todo y para todos. El secretario del partido de Bierzo acusa al rector de la Universidad de León que «con la excusa de la crisis pretende quitar de un plumazo un campus que no quieren y en el que no invierten». Los centros universitarios bercianos, claman los socialistas, están en peligro: León pretende cerrarlos. Es el victimismo de siempre. No es León sino la falta de alumnos la que los terminará cerrandolos. Si a los cincuenta profesores les sumamos el personal administrativo, guardias de seguridad y de limpieza, el número de alumnos por trabajador no debe superar los seis. ¿Cómo puede sostenerse algo así? En España hay dos veces más campus que en Alemania.

Con la crisis, y sin excusas, debería entrar el sentido común en ciertos debates, pero no caerá esa breva. Los políticos y sindicalistas no están por la labor, y en esto no hay color que valga: todos defienden las mismas prebendas. Son ellos con los que con sus políticas irresponsables y despilfarradoras nos han metido en este hoyo. Sabemos cuales son las medidas para salir, pero nadie quiere ponerle el cascabel al gato. Es más fácil subir impuestos, bajar sueldos y pensiones, gravar los servicios educativos y sanitarios, poner peajes. Saltan como basiliscos si hablamos de fusionar ayuntamientos, suprimir diputaciones, reducir las empresas públicas innecesarias, poner coto a las televisiones autonómicas, eliminar las subvenciones a sindicatos y partidos. La crisis es un revulsivo para racionalizar la administración y la vida pública, porque la dinámica de los pasados años conduce al precipio y a las desigualdades territoriales y sociales. No hay excusa que valga para las reformas.

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