ESCAÑO CERO
Mansos de solemnidad
Me deben de estar fallando las neuronas porque no alcanzo a comprender la diferencia que media entre la expropiación de YPF en Argentina y la de Red Eléctrica en Bolivia. Nuestros gobernantes quitan hierro al asunto esgrimiendo que Evo Morales está dispuesto a pagar una indemnización y eso al parecer les deja tan tranquilos. Tanto, que así como con la expropiación de YPF se pusieron, y nos pusieron a los ciudadanos, en estado de alerta, con la expropiación de Red Eléctrica no se plantearon interrumpir el «puente».
Que en América Latina invertir en algunos países es como jugar a la ruleta rusa en función de sus gobernantes es una realidad, pero también lo es que esos gobernantes populistas de corte autoritario saben muy bien con quién se juegan los cuartos. Vamos que no se les ocurre expropiar a los norteamericanos o a los británicos, o a los chinos ni a los franceses. Pero España es otra cosa, a España se la toman como al pito del sereno sabiendo que no vamos a decir nada, que somos políticamente correctos y que más allá de alguna protesta que otra no pasará nada.
La expropiación o expropiaciones va a quedar en nada. Que España va perdiendo peso en el concierto internacional es cada día más obvio. Lo es por nuestros gobernantes pero también por nosotros como sociedad. Un país que se cuestiona día sí y día también si es o no es y su razón de ser, y que depende de los aplausos del exterior, es un país que difícilmente puede inspirar respeto.
Hace unos días hemos tenido de visita al ministro alemán de finanzas y nos hemos puesto, bueno los señores del Gobierno se han puesto muy contentos porque el alemán en cuestión ha dicho que estamos haciendo los deberes que nos ponen con mucha aplicación. O sea que la posición de nuestro Gobierno ha sido la de subordinación al amigo alemán.
Cualquiera que se dé una vuelta por Europa, y no digamos por el resto del mundo, comprobará de inmediato que el nuestro es un gran país. No se trata de ponerse patrioteros sino de reconocer la realidad, pero aquí siempre vamos encogidos como acomplejados respecto a los demás.
Sinceramente el querer quitar hierro a la expropiación de la Red Eléctrica en Bolivia me parece una dejación de responsabilidad y de dignidad. Y como somos tan mansos me temo que a estas dos expropiaciones les van a seguir unas cuantas más.