25 años de lucha

Sí, 25 años de violencia machista. Nace la Asociación Leonesa Simone de beauvoir en el año 1987 en León, persiguiendo el desarrollo de una sociedad libre e igualitaria. Estamos en mayo del 2012 y continuamos en la tarea de conseguir esa sociedad que tanto deseamos. Hasta el 15 de mayo del 2012, ha habido en España 18 crímenes machistas. Está claro que hoy tiene todo su sentido el trabajo que desarrolla esta asociación desde distintos ámbitos, para erradicar esta lacra social. Vivimos en un mundo de relación entre chicos, chicas, hombres, mujeres, donde predomina la falta de respeto, donde existe violencia explícita e implícita. Esto lo vemos y lo sufrimos cada día en la familia, las aulas, la calle, etc.

Quiero detenerme por un momento en el ámbito familiar, este santuario del amor, así al menos nos lo presenta la sociedad; será en muchos casos, no lo dudo, pero también en muchos otros este amor se disfraza de violencia soterrada, ambiente hostil, que algunas veces se hace insufrible para las personas que allí habitan. La situación es mucho más dura si la mujer que sufre esa violencia, no tiene posibilidad de salir de éste círculo, al no tener independencia económica.

Estoy refiriéndome a estas frases tan habituales en nuestro entorno dirigidas a las mujeres: «Cállate que tú de esto no tienes ni idea…» «Te quedó salada la comida…» «¿A qué te dedicas todo el santo día?...», etc. Esto es algo que mina la autoestima de la mujer y al final terminará asumiendo que es verdad, su trabajo no sirve de nada. Pocas personas valoran en el ámbito de la familia que al llegar a casa nos encontremos con la comida en la mesa, las camas hechas, la ropa lavada y planchada, y tantas cosas como se hacen en una casa, y a todo el mundo le parece lo «normal». Las mujeres, que trabajan en casa, efectivamente, están convencidas que todo esto no tiene importancia, son nimiedades. Hace tiempo que vengo animando a estas mujeres a que se pongan en «huelga de brazos caídos», y resultará así, que cuando lleguemos a nuestros «aposentos», nos encontremos las cosas como cuando marchamos. Probablemente, será una forma de valorar la dedicación que lleva realizar todas las tareas de organización de una casa cada día.

Cuando se habla de estas cosas, parece que siempre queremos buscan culpables; creo que por este sistema no vamos a la raíz del problema. Una vez más estamos hablando de educación, respeto, compromiso, en la familia, en los centros de enseñanza, en la sociedad en general.

Reflexionemos sobre todo esto, y actuemos donde corresponda a cada cual, donde crea que debe hacerlo; seremos más felices, tendremos relaciones más sanas, crearemos en definitiva una sociedad donde todas y todos seamos iguales y tengamos las mismas oportunidades.

Si una mujer decide ser ama de casa que lo sea por elección propia, y no porque la obliga la realidad laboral que ahora sufrimos. Que se pueda realizar en este trabajo y se sienta valorada y estimulada por su entorno que demuestra ese reconocimiento, que en definitiva toda persona necesita.