La frivolidad de una delegada del Gobierno
Con frivolidad y vulgaridad. Así actuó la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ante la manifestación de la minería del carbón de este jueves. No parece la actividad más apropiada para un cargo institucional como el que tiene Cifuentes el estar haciendo comentarios a través de twitter mientras se desarrolla una manifestación, en los que no faltaron expresiones que, como mínimo, son groseras y totalmente desafortunadas.
La condena hacia la delegada del Gobierno ha sido unánime y las peticiones de dimisión se sucedieron a lo largo de la jornada de ayer por la actitud que tuvo mientras a las puertas del Ministerio de Industria y Energía se manifestaban varios miles de ciudadanos que estaban defendiendo un sector que es vital para sus comarcas y provincias, y que incluso es una materia estratégica para el Estado español.
Los representantes sindicales destacaron que una representante gubernamental no puede faltar a la verdad y seguir en el cargo. Y también que ese cargo incluye que es la garante de que se mantenga el orden y por lo tanto no es comprensible que se dedique a provocar a través de las redes sociales desafiando y atacando a unos ciudadanos que se manifiestan pacíficamente.
La actitud de Cristina Cifuentes fue una salida de tono sin precedentes que sólo sirvió para que muchas personas se hayan sentido ofendidas por palabras tan inapropiadas como «me repugnan sus consignas».