Diario de León

CON VIENTO FRESCO

Muchas voces, un solo grito

Publicado por
JOSÉ A. BALBOA DE PAZ
León

Creado:

Actualizado:

C aída libre es un riguroso, exhaustivo y clarificador libro sobre la recesión económica que nos atenaza, como consecuencia de la crisis financiera que se produjo en el 2008 a raíz de la explosión de la burbuja inmobiliaria y la ausencia, cuando no connivencia, de los reguladores que deberían haberla impedido. Una economía desgulada, sin reglas, es la jungla en la que los fuertes se comen a los débiles, como está ocurriendo. El autor, el premio nobel de economía Joseph E. Stiglitz, un keynesiano partidario de un mayor intervencionismo del Estado, dice casi de soslayo, que «si el mundo se comprometiera a un elevado precio del CO2 (lo que las empresas y las economías domésticas tiene que pagar por las emisiones de gases de efecto invernadero) habría grandes incentivos para modernizar la economía». Por ejemplo, fomentaría las innovaciones y las inversiones en viviendas, maquinaria y equipos con mayor eficiencia energética.

Pero, pese a Kyoto y otras cumbres mundiales sobre Medio Ambiente, la cosa no es así, aunque aquí nos preparamos desde hace años para captar el CO2 que emiten las centrales térmicas. Aunque no lo parezca, pues se habla más del Museo de la Energía o de actividades lúdicas y turísticas, Ciuden nació en Ponferrada para eso. Ha habido cambios recientes, y tanto Melchor Ruiz como Pedro Otero, directores general y técnico, parece que, pese a las protestas de los que se verán perjudicados por los recortes de plantilla, se van a centrar en el cometido original. El Gobierno de Rajoy le ha asignado en los Presupuestos 47 millones de euros, cantidad notable que hace pensar en que apuesta por el proyecto. Sin embargo, esto parece contradecirse con la política minera del ministro de Industria, que se resiste a soltar un euro más de ayuda al carbón.

A José Manuel Soria, más interesado en el petróleo canario, no parecen arredrarle las protestas. Los gritos no alcanzan en Madrid la altura de las cuencas, y para algunos hasta resulta obsceno oír a mineros y empresarios jalear las mismas consignas y tapar sus trapos sucios, por ejemplo el carbón que compran en los puertos. Para las térmicas, el carbón no es ya una materia estratégica. La crisis también ha reducido el consumo de energía y, según datos del Eren, la producción eléctrica bruta cayó en León, en el 2010, un 58%. Ahora pagamos el que no haya un PEN, el que la energía esté en manos foráneras y que nuestros montes sean bosques de palas eólicas. Sólo la sociedad leonesa, con su apoyo unánime, podrá obligar a Rajoy a cambiar, pero quizá haya que volver a empezar por el principio, por las reglas; es decir, regular el sector de la energía, pues de lo contrario, como en otros sectores, los peces grandes se comerán a los chicos; y ahora éstos son los mineros. ¡No debemos permitirlo!

tracking