editorial
Defender las tradiciones es defender León
León, como Reino y como territorio de paso y asentamiento de diferentes culturas, puede presumir de contar con las tradiciones más variopintas.
Mucho se ha escrito y dicho sobre la necesidad de proteger y potenciar las tradiciones, como parte fundamental de la historia de un territorio. Pero el éxito de público de las Justas Medievales —más de 40.000 personas han pasado por Hospital de Órbigo a lo largo del fin de semana— demuestra, además, que son un atractivo para los turistas y, por tanto, un polo para generar riqueza. Siempre fundamental pero mucho más ahora, con la grave crisis económica que sufre la provincia y que está poniendo en jaque a todos los sectores generadores de empleo, basta con mirar el ejemplo de los mineros que luchan por defender su trabajo con uñas y dientes.
Ese es el camino. León debe defender con uñas y dientes a los sectores que siempre le han dado riqueza y por eso debe pelear por mantener vivas unas tradiciones que, como bien demuestra el ejemplo de las Justas, atraen público, incentivan al turismo y, por tanto, el consumo de la zona a donde se dirigen.
Por eso, ahora que todo está dominado por los recortes, por el ajuste a todos los niveles, las administraciones deben saber que recortar en el apoyo a este tipo de iniciativas supone cortar de raíz una de la fuentes de riqueza de la provincia. Juntas, ayuntamientos y Diputación están obligadas a defender las tradiciones, porque su defensa es también la defensa de León.