LA 5.ª ESQUINA
Desayuno de carbón con leche
LLa lucha de los mineros de Laciana y de otras comarcas de esta comunidad, vuelve a ser noticia. Cuando se cumplen 20 años de la marcha negra de los mineros a Madrid, las cuencas reviven su habitual conflicto con el Gobierno, como si fuera fiesta cíclica de aquellas que tanto gustaban a Julio Caro Baroja. No voy a profundizar sobre este asunto, porque cada uno debe hablar de lo que sabe y la minería tiene galerías demasiado oscuras para un profano; como tuvo que ser para Julio Fuentes en 1992, cuando el diario El Mundo le encargó la crónica de aquel viaje de más de 400 mineros (con sus mujeres), camino de la capital. El Club Xeitu de Villablino, atento a los sucesos de Laciana, acaba de editar un libro con la narración del periodista sobre la protesta de este colectivo que vive siempre bajo la amenaza de una muerte anunciada. Arrancaba su crónica señalando que aquella marcha era “un acto heroico y desesperado, aunque para León y Laciana es un hecho histórico”. Fueron 16 días andando, a una media de 30 kilómetros diarios, a través de 467 kilómetros de carretera, que a los mineros y sus familias solo mantenía el espíritu de la razón y la justicia, como ahora veinte años después.
Pero el Club Xeitu, contempla Laciana no como un parque monotemático de la minería, sino como un paraíso de otras riquezas, porque nunca fue bueno apostar todo a una sola carta. Desde esta asociación cultural —presidida por Maria Luisa Jorissen, hija del famoso ingeniero de M.S.P., Marcelo Jorissen—, vamos conociendo los secretos de una comarca que también vive sobre la tierra, en las brañas y en las ancestrales palabras que todavía no fueron dinamitadas por el progreso.
Con el esmerado trabajo de Victor del Reguero y otros colaboradores, Laciana va recuperando los aires puros de la montaña; la memoria de aquellos hombres libres de los que hablaba Juan Alvarado, el gran profesor de las escuelas de Sierra-Pambley. Como el filólogo Guzmán Álvarez, autor de Estampas de Babia , del que ahora publica la asociación una obra inédita sobre el quehacer poético de Miguel Hernández. De este rico país, licenciado en naturaleza prodigiosa, presentan también una cuidada monografía de Luis Fernández sobre las plantas de Laciana y pronto verá la luz un trabajo sobre las escuelas de la zona, diseñadas por el arquitecto Amós Salvador, ministro de Manuel Azaña y esposo de lacianiega. Y nunca olvidan la lechería de Sosas —la única en la provincia cuyo funcionamiento es hidráulico—, para la que piden una restauración que la preserve del olvido, al igual que la minería del cierre definitivo… Había que hacer algo.