La actitud de cerrazón de Industria sólo consigue radicalizar el conflicto

La reunión de la Mesa del Carbón de ayer fue un fracaso. La postura inicial del Ministerio de Industria de limitar el número de representantes de todas las partes implicados ya torpedeó cualquier opción de diálogo. Los representantes de los sindicatos ni siquiera llegaron a sentarse en la mesa ante la confirmación del veto a la asistencia de los mismos delegados que habían acudido en otras sesiones.

Y ya con sólo dos partes en la mesa, el Ministerio de Industria y la patronal del carbón, nada se avanzó. Fue un diálogo estéril en el que la representación del Ejecutivo encabezada por el secretario de Estado de Energía se limitó a escuchar a los empresarios —ante los que exhibió un notable desconocimiento del problema de la minería— y a no plantear ningún tipo de alternativa insistiendo en el ya habitual argumento de que los recortes son necesarios y para todos los sectores.

Este nuevo fracaso en el camino del diálogo únicamente servirá para incrementar la otra vía, la de la radicalización de un conflicto que de día en día va calentándose en forma de más incidentes porque lo de los cortes pactados ya quedó atrás en una fase anterior de esta guerra del carbón.

Lo peor de este fracaso en la negociación es que ni siquiera ha quedado abierta la mesa o al menos con una nueva fecha para intentar establecer de una vez por todas un diálogo entre todas las partes implicadas para buscar una solución que garantice la viabilidad de la minería del carbón y consiga frenar una espiral de incidentes que puede desembocar en sucesos graves por acciones de incontrolados.

«La pelota está en el tejado del Gobierno». Así resumieron con acierto los representantes sindicales encadenados ante el Ministerio de Industria y Energía la situación en la que se encuentra un conflicto en el que el ministro José Manuel Soria tiene la obligación de implicarse ya personalmente para escuchar el llamamiento unánime de toda la sociedad leonesa y del resto de comarcas, para que busque una solución porque se ha quedado solo en su ataque contra el carbón, ya que incluso desde su propio partido le están reclamando públicamente que recapacite y rectifique.

La importancia del carbón, su relevancia como pilar clave en la economía leonesa está fuera de toda duda y el único camino que puede emprender el ministro Soria es el de escuchar, aunque sólo sea a sus propios compañeros de partido, para conocer realmente la situación y retomar el tema para buscar soluciones que cada día que pasa se hacen más urgentes.

Cometería un error el titular de Industria si pensase que este conflicto es cuestión de tiempo y que con el paso de los días se enfriará porque lo previsible es que la movilización de las cuencas permanezca activa hasta que el futuro del carbón logre garantías reales. La actitud de cerrazón no es el camino adecuado y el ministro Soria debe rectificar y retomar el diálogo para evitar una radicalización en las calles.