editorial
Ocio y descanso, una difícil convivencia
La iniciativa del Ayuntamiento de León a la hora de aplicar la nueva legislación sobre licencias de bares parece ahondar en el necesario equilibrio entre ocio y convivencia. Por una parte se liberaliza la apertura de establecimientos en la ciudad y se elimina la distancia mínima con el objetivo de facilitar la dinamización de la economía abriendo la puerta a los emprendedores.
Pero esta nueva normativa a aplicar en la ciudad también incluye unas limitaciones precisamente para que esa convivencia entre ocio y descanso se mantenga. La liberación se limita en el caso del casco histórico y también en la apertura de establecimientos de ocio nocturno como locales de copas o discotecas. Por una parte se acabará con la especulación en materia de traspasos al facilitar la apertura de nuevos establecimientos en la ciudad pero a la vez se apuesta por intentar que exista un respeto al descanso de los vecinos impidiendo la creación de áreas de especial incidencia del ocio nocturno en un barrio concreto o permitiendo que en la denominada zona acústicamente saturada del casco antiguo y la denominada zona de respeto de su entorno se vuelva a favorecer la instalación de nuevos locales.
La convivencia entre el ocio y el derecho al descanso es complicada y precisa de unos límites en los que se permita a los emprendedores el desarrollo de actividades pero también sin olvidar que los vecinos tiene todo el derecho a reclamar tranquilidad en sus propias casas.