La altura política y humana de un alcalde...

El alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, fue víctima ayer de una agresión que es totalmente intolerable pero también es muy injusta. Riesco ha estado desde el primer minuto con la minería del carbón, su voz se ha podido escuchar reiteradamente defendiéndola y su presencia en la manifestación de Madrid es la prueba más evidente de que el alcalde de Ponferrada ha querido dejar clara su postura en este conflicto.

Cualquier agresión es reprochable y nunca puede ser justificada pero en este caso se hace aún más evidente esa injusticia si se tiene en cuenta el rotundo posicionamiento que ha mantenido desde el primer día el regidor ponferradino en favor del sector de la minería del carbón y contra los recortes que está planteando el Gobierno, aunque sea de su mismo partido.

La altura política de López Riesco en este conflicto había quedado sobradamente clara pero ayer incluso quedó patente su talla humana cuando se mostró comprensivo hacia lo ocurrido, incluso tras ser víctima de la agresión de unos incontrolados que evidentemente no han sido tan comprensivos hacia la postura de cada uno como lo ha sido en todo momento el alcalde ponferradino. Ayer, tras la agresión, cuando pudo no ser tan comprensivo hacia lo que están viviendo las personas implicadas en el sector del carbón no dudó a la hora de intentar quitar tensión, de ponerse de nuevo y claramente al lado de la minería y de calificar el incidente como un «error».