Menos embargos, una razón para el optimismo

Acabamos de conocer las malas noticias del último barómetro del CIS, que se despacha con un récord de pesimismo respecto a la situación económica de nuestro país. Más del 90% de los españoles creen que es «mala» o «muy mala». Pero junto a esa consideración general aparece una inquietante novedad en el sondeo: la caída en la confianza en los bancos, sin duda alentada por la causa judicial abierta contra treinta y tres ex directivos de Bankia, entre ellos un berciano, ex militante comunista y representante de IU en el órgano directivo de la entidad, que cobró 526.000 euros el año pasado por esa labor, lo que probablemente lo libere de toda hipoteca.

Vienen a colación estas reflexiones de la información que conocemos hoy en relación con el descenso en un año de un 28,3% de los embargos a las familias leonesas. Pero aunque el dato haya que valorarlo positivamente, debe tenerse en cuenta también que la provincia es la de menor descenso en toda la comunidad autónoma y que el problema, aunque no sea de tantos, sigue siendo preocupante.

A la vista de ese contraste, es entendible el estupor de la gente por el desigual repartir de sacrificios para salir del atolladero. Y es inevitable tender a comparar el rescate de los bancos con el abandono a su suerte de miles de familias abocadas a la indigencia y el desahucio. Una y otra situación constituyen un gravísimo atentado a la dignidad del ser humano y una violación flagrante de los derechos básicos que acaban llevando a la exclusión.