Una maniobra política injustificable en la Caja

Una maniobra política del consejero de Economía y Empleo de la Junta, Tomás Villanueva, acaba de bloquear hasta el 2015 la renovación del consejo de Caja España-Duero. Incumple de esa manera la Ley de Cajas del 2010 con la que Zapatero ponía coto a la presencia de representantes políticos en los órganos de dirección de las entidades y además limitaba en número su casi siempre excedida composición.

La Ley de Acompañamiento que retrasa la renovación parcial del consejo hasta junio del 2013 y prorroga su mandato hasta cuatro meses después de las elecciones municipales del 2015 evita además la reducción de 34 a 17 del número de consejeros. Pero sobre todo abre muchos interrogantes y dibuja no pocas sombras en relación con la inquietante actuación del consejero Tomás Villanueva.

¿Qué sentido tiene incumplir la Ley de Cajas cuando no hay ninguna razón objetiva? ¿O mantener un consejo de 34 miembros cuando debería reducirse a la mitad? ¿O que entre ellos siga estando el ex alcalde de León tras su retirada de la vida pública como consecuencia de la indemnización de 564.000 euros por su jubilación como empleado de la entidad? Sólo puede explicarse desde la idea de perpetuar el estricto control político de la entidad.

Ahora que las cajas están en el punto de mira de todo el mundo, estas maniobras no hacen más que alentar la desconfianza de unos ciudadanos que asisten un día sí y otro también a este tipo de desmanes de una clase política que está fuera de la razón y lejos de la realidad.