¿Para qué la UE?

El presidente del Banco Central Europeo ha dejado bien claro que no está por la labor de ayudar a España a defenderse de los ataques de los especuladores o lo que es lo mismo que no va a poner ni un euro encima de la mesa para aliviar nuestra angustiosa situación financiera.

En realidad, Mario Draghi no hace nada más que seguir los dictados de Alemania que, en definitiva, es quien manda. Ahora bien, España no puede aguantar mucho más, de manera que están a punto de hacerse realidad las cada vez más insistentes opiniones de que estamos abocados al rescate total. Así las cosas, no es de extrañar que comiencen a escucharse opiniones de ciudadanos que se preguntan en voz alta para qué nos sirve estar en la UE y sobre todo despotricar contra el euro.

De repente, nos hemos dado de bruces con la realidad, que no es otra que la UE es un conglomerado de países con intereses no siempre coincidentes y con poca solidaridad cuando se tratan cuestiones que afectan al bolsillo. De manera que hemos descubierto que por más que Mariano Rajoy cumple sin pestañear cuanto le exigen en la UE eso no sirve para nada porque estamos al borde del precipicio sin que desde Draghi a Merkel y demás familias se les mueva un músculo.

Creo que ha llegado el momento de preguntar lo obvio y es a quién beneficia que España se hunda. De paso podemos preguntar lo mismo con respecto a Grecia o Portugal. El caso es que a los países del sur nos tienen acorralados y que por más que hacemos para complacer a los mandamases de Bruselas no logramos salir del agujero.

Y aunque resulte reiterativa, en mi opinión el presidente Rajoy no debe de esperar ni un día más en convocar a partidos de la oposición, sindicatos y empresarios a un gran pacto para entre todos dar una respuesta a la crisis y a Bruselas. Y, desde luego, como país no podemos seguir teniendo un comportamiento masoquista. Cuantos más recortes sociales, más bajadas de sueldos, más acogotar a la clase trabajadora y a la clase media, más subir impuestos, etcétera, peor nos va. No sé qué más nos tiene que pasar para que el presidente del Gobierno decida hacer valer a nuestro país y exigir de una vez por todas que el Banco Central Europeo actúe en consecuencia, pero también para cambiar esta política suicida cuyos resultados están generando más paro y más inestabilidad.

Da la sensación de que Rajoy está noqueado y que es incapaz de salirse del camino que le han marcado a pesar de los desastrosos resultados. En situaciones como ésta es cuando se mide el valor de los políticos y los ciudadanos nos estamos cansando de escuchar decir al presidente que sabe lo que hay que hacer para salir de esta situación. Yo no dudo de su buena voluntad, pero está claro que lo que hace nos está llevando al desastre.