LA VELETA
El aborto, la puntilla del PP
Nunca en la historia de la democracia española se había desplomado así un Gobierno. Los votantes del Partido Popular huyen del partido, pero el PSOE no recoge ese desgaste. Los dos grandes partidos sufren una tremenda orfandad de sus electores.
La democracia española entra en zona de peligro por la desafección de los ciudadanos hacia los partidos y las instituciones. ¿Es la antesala de autoritarismos? Un dato también preocupante: la mayoría de los ciudadanos prefieren tecnócratas en el poder.
Los líderes sindicales, ninguneados por el Gobierno, se entrevistan con quien de verdad manda en Europa, la canciller Angela Merkel. La afirmación del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de que no tiene más remedio de hacer lo que no quiere hacer es la escenificación de la inutilidad de la política: ¿Por qué votar a quien no tiene autonomía para decidir?
Pero el deterioro de la confianza no es solo por la crisis económica. Hay una agenda oculta conservadora que se está manifestando no solo en dosis extremas de neoliberalismo económico. La gestión del ministro de Justicia destapa todas las alarmas.
Gallardón tiene su propio diseño para la interrupción del embarazo y no puede ser más alarmante.
La ley de plazos va a ser sustituida por una reaccionaria interpretación de los supuestos que se reducen al «daño psíquico de la madre», que excluye, incluso, la malformación del feto. Una vuelta a las postrimerías del franquismo.
En una época de reducción de derechos de las mujeres, de su arrinconamiento económico con supresión de guarderías, de becas de comedor para los niños y de tasas históricas de desempleo, las mujeres españolas que no tengan recursos para abortar en el extranjero son condenadas a tener unos hijos no deseados y que no puedan mantener.
No se trata solo de una generación perdida. Estamos ante el inicio de un retroceso en derechos y libertades que explotará en septiembre en la calle. Cuando haya que hacer frente al pago de matriculas y de material escolar con enormes subidas económicas, cuando el nuevo IVA entre en vigor y cuando la recta final del año enseñe con toda crudeza que los brutales recortes solo conducen a la pobreza de la mayoría manteniendo los privilegios de la casta de los elegidos.