Diario de León

TRIBUNA

¿Quién controla al Estado?

Publicado por
Faustino Merchán Gabaldón. Ingeniero del estado y escritor
León

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En su Discurso sobre la dignidad del hombre , Pico Della Mirandola representa el ideario del hombre renacentista, que situaba al hombre en el centro del Universo, y lo concibió como la suprema realidad de la Naturaleza, el hombre debe de esforzarse con dignidad para responder a la alta misión para la que fue creado, siendo dueño de su propio destino, de acuerdo con su libre albedrío.

El siglo XX, tal vez el más brillante de la ingeniería, apoyándose en desarrollos matemáticos, algoritmos, comenzó a estudiar el caos desde la entropía, se trataba de conseguir el soñado control del caos, disciplinar el caos, es decir conseguir la dulce armonía del caos. Pero en estos momentos la pérdida de los valores del hombre del renacimiento y de la ilustración, nos ha conducido a la excesiva adoración del becerro de oro.

Por ello nos preocupa el futuro que dejaremos a nuestros hijos y nietos, los españoles hemos importado un sistema, la democracia, y lo hemos convertido en un sistema perverso, una democracia a la española, una partitocracia, pues sólo impelen su ley los partidos que nos pastorean.

El progreso del control del Estado o del poder político desde la Constitución de 1812, denominada la Pepa, «que indica en su preámbulo: en busca de la felicidad de la nación y no de su amargura moral y material» ha sido constante. En la actualidad afortunadamente se encuentran preceptos contractuales que ordenan el modelo de la Constitución de 1978, que nos hizo transitar del absolutismo al liberalismo, basado en la limitación, el control y las garantías. Pero durante el primer gobierno socialista de la llamada democracia española se pervirtió el principio de separación de los tres poderes del Estado, enunciada por el masón Montesquieu, el ejecutivo, el jurídico y el legislativo, pasando el ejecutivo a controlar los restantes, y desde entonces tenemos éste como sistema de gobierno los españoles, que lo iguala en su fondo con una dictadura, aunque no en las formas, porque surge en las urnas.

Por ello, la política se ha convertido en un way live para nuestra clase dirigente, o como denominamos en estos pagos, buscarse la vida, basta observar los currículos de gran parte de ellos desde que accedieron al mercado laboral, con frecuencia muchos de ellos no han trabajado en el sector privado. Podemos decir que constituyen una casta, que podríamos denominar de buscavidas, cuyo antecedente español podríamos encontrarlo en El Lazarillo de Tormes . Groucho Marx citaba: «La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos y aplicar las soluciones equivocadas», pero en España imponen sacrificios importantes a quienes no son culpables de la situación, y se encuentran ya sumidos en una economía de subsistencia, mientras a los culpables «no va con ellos», pues son gente más estúpida que malvada, que encanalla el consciente colectivo. Es el irresistible ascenso de los mediocres y bobos, y la inevitable tragedia de los mejores. Cuando el poder no se logra por meritocracia, sino por enchufismo, crea una gran frustración.

La actual juventud española del llamado movimiento 15M, se ha significado en su utopía acuñando los lemas : «Si no nos dejáis soñar, nosotros no os dejaremos dormir», «No nos representan», «No hay pan para tanto chorizo» («corrupción»), entre otros, sacudiendo las conciencias, forzando una radicalización de la calle. Si pretendemos despejar los tiempos de tinieblas y oscuridad el ciudadano común debe de salir de su abulia, sólo así podrá venir una España muy distinta a la que han liquidado los huracanes de la economía mundial, la torpe gestión política y económico-financiera, así como la desvergonzada rapiña de los especuladores. A los indignados y perroflautas se unen ahora los yayoflautas, abuelos de los primeros.

Se deben descubrir las razones ocultas de las privatizaciones. ¿Por qué no se privatiza a los políticos? ¿Cómo recuperaremos lo perdido? ¿Quién nos devolverá nuestro futuro y los bienes públicos que nos están esquilmando los diecisiete reinos de taifas, sobre los que el Estado ha perdido toda potestas y toda auctoritas? Alguna de ellas roza lo absurdo, Cataluña, trata a las demás taifas, y al conjunto del Estado con desdén y altanería que no corresponde a alguien que vive de otros.

Mazarino en su célebre diálogo con Colbert expresa: « ¡¡¡Hay una cantidad enorme de gente entre los ricos y los pobres!!!, son todos aquellos que trabajan soñando en llegar algún día a enriquecerse y temiendo llegar a pobres. ¡Es a esos a los que debemos gravar con mayores impuestos. Esos, cuanto mas les quitemos, mas trabajarán para compensar lo que les quitamos! ¡¡¡Son una reserva inagotable!!!

La llamada crisis económica se combate con aumento de salarios y estímulos de la demanda y el consumo, aumentando el gasto público; por el contrario, recortar los salarios es un suicidio económico. Pero además, no se gravan las rentas del capital sólo se penalizan las rentas del trabajo. No se requiere más ayuda a la banca, sino a los ciudadanos.

Una de las características más constantes de la comunidad española es la gran debilidad de nuestra sociedad civil. A diferencia de la sajona, nuestra delegación de responsabilidades en el ámbito público es prácticamente absoluta. Nos está ofreciendo la clase política un futuro totalmente oscuro, pesimista, intolerable. Se han propuesto acabar con la clase media, que es mayoría en las democracias occidentales, y con el Estado de bienestar conseguido con gran esfuerzo.

Sólo la movilización ciudadana puede frenar la pérdida del estado del bienestar, y recuperar el control del poder en las instituciones por el ciudadano. Será necesaria una nueva Transición, ya que estamos ante una democracia incompleta e insuficiente. La reconocida expresión : Ignorancia+Estupidez+Poder=Desastre, es lo peor que nos puede ocurrir y es algo que el conjunto de la ciudadanía no se merece.

Tucídides decía al respecto: «Cualquier poder tiende a intentar llegar hasta el límite de su poder. ¡Ha llegado la hora del control y la vigilancia!». Es preciso disciplinar y atar corto a los políticos y financieros. Hagamos de la política vigilada y controlada, una oportunidad para una democracia vigilante de derechos y deberes, de ciudadanos responsables, de poderes sometidos a la ley, y a los valores democráticos, no por encima de ellos.

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