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DE ISCAR
León

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Están «los mercados» de vacaciones? Parece que no es verdad eso de que el capitalismo no descansa nunca y que siempre está viendo cómo ganar más a costa de explotar a lo más débiles. A juzgar por cómo va la Bolsa —mal, pero mejor que en julio— o la prima de riesgo —fatal, pero nos parece que está «estupenda»— también los mercados se toman vacaciones. Como los políticos. Nos habían anunciado que este agosto, todos los políticos iban a permanecer trabajando, vigilando las cuentas públicas, preparando los presupuestos sin blanca de 2013, exigiendo actuaciones a Bruselas, presionando al BCE, buscando el dinero negro y la economía sumergida, persiguiendo el fraude, mirando todos los agujeros negros de esto que todavía llamamos España.

Pamplinas. Aquí no hay nadie en su sitio, ni ministros de guardia, ni gabinetes de crisis ni Diputación permanente. Nada. Aquí están todos de vacaciones. Desde Rajoy, que se ha ido de Galicia a Doñana, y todos sus ministros, que sólo han callado sus destinos, hasta Rubalcaba o Cayo Lara, Incluso Llamazares —que no se nota mucho— o Rosa Díez —que sí—. Felipe González parece que ha alquilado un chalé a 13.000 euros por semana y de Aznar no se sabe nada. Aquí los únicos que han reducidos sus vacaciones son el Rey y el alcalde de Marinaleda, que sugiere volver al tiempo de los bandoleros o del comunismo y al todo por el pueblo, pero sin el pueblo.

Dicen las encuestas que pese a la crisis y al paro galopante, lo que más preocupa a los ciudadanos son sus políticos. Deberían preocuparse ellos y no los ciudadanos, porque sólo en agosto —cuando se han ido a veranear de tanto esfuerzo— parece que han mejorado las cosas. Y cuando se reincorporen en septiembre, lo único que puede pasar es que empeoren. En Italia tienen mucha experiencia de Gobiernos en funciones y los ciudadanos añoran esos momentos en que los Gobiernos se equivocaban menos porque no podían tomar decisiones. Cuando un presidente argentino se encontró con la madre del cantautor Jorge Cafrune, le preguntó: «¿Señora, qué quiere que haga por usted?» y ella respondió rápida: «Con que no me joda, tengo bastante». ¿Dónde hay que firmar?

Julián Ariza, uno de los fundadores de Comisiones Obreras dice que «faltan políticos profesionales y no profesionales de la política». Tiene más razón que un santo, pero tal vez se refiere también al mundo que él mejor conoce, el de CC.OO. y UGT. Los españoles, como recoge José Juan Toharia en su clarificador libro «Pulso de España (febrero 2011—mayo 2012)», prefieren al político—líder, capaz de presentar propuestas, metas y objetivos colectivos y pedir su ayuda para conseguirlos que al político—espejo que se pliega a lo que puede gustar a sus votantes. Pero una mayoría aplastante sólo ve ambición por el poder y no voluntad de liderazgo. Tal vez sea injusto, pero es lo que piensan los ciudadanos.

Las vacaciones no duran toda la vida y los problemas van a seguir estando donde los dejaron. La desafección ciudadana puede ser tan peligrosa como la crisis.