La obra de San Marcos debe seguir en la agenda
La visita de la presidenta del Paradores supone todo un jarro de agua fría para las aspiraciones de la provincia de León para poder crecer como un lugar de destino turístico de interior importante. Ángeles Alarcó anunció que la compañía pública renuncia a la construcción del Parador de Villablino y lo que es más grave envía la gran reforma de San Marcos al cajón pero previamente reducida de manera drástica.
La sociedad pública tiene problemas económicos y su situación, en un entorno de grave crisis, no facilita la posibilidad de asumir inversiones a corto plazo. Pero el proyecto de San Marcos no puede ser tratado de esta manera. La reforma del Parador leonés tiene que ser considerada por la sociedad pública como una prioridad cuando la situación económica permita activarla para que San Marcos pueda mantener en un futuro su importante volumen de actividad. El proyecto ideado en su momento puede ser retocado o incluso recortado en algunos elementos que se consideren excesivos pero no puede minimizarse hasta el punto de convertirse en una mera operación de lavado de cara.
San Marcos es muy importante para León y ni la ciudad ni la provincia pueden admitir que la renovación del Parador se recorte en exceso.
La actitud combativa exhibida desde el PP leonés durante el anterior Gobierno socialista debe mantenerse en el tiempo. Es cuestión de coherencia. La obra de San Marcos debe estar muy presente en la agenda a la espera de mejores tiempos.