Racionalizar el gasto en sanidad es el camino
Desde que la crisis vació las arcas de las instituciones públicas se han hecho y rehecho todo tipo de planes para intentar paliar la situación de asfixia económica a la que se han visto condenadas. En principio se planteó que no se cruzaría la línea roja y se evitaría que materias como la sanidad o la educación se viesen afectadas por los ajustes pero finalmente no ha sido así. Las tijeras lo han invadido todo y por ello es loable la puesta en marcha de iniciativas como la aprobada ayer por el Consejo de Ministros.
El Gobierno dio ayer luz verde al acuerdo con las comunidades autónomas para centralizar la compra de vacunas del calendario infantil y de adultos con riesgos. Este sistema de adquisición única de todas las dosis supone un ahorro de unos 31 millones de euros, una cantidad económica realmente importante y más en un momento en el que el gasto debe ajustarse euro a euro.
El camino de la racionalización en el gasto público es imprescindible pero también es una cuestión de justicia. Si a los ciudadanos se les están pidiendo constantes esfuerzos no es de recibo que ese dinero de todos que gestionan las administraciones se malgaste porque no se pone en marcha la gestión más adecuada posible.
El Ministerio de Sanidad está obligado a gestionar bien. Y las autonomías también. Si con las vacunas se logra un ahorro tan importante quiere decir que existe mucho camino para avanzar en la mejora del gasto sanitario en España.