Las empresas necesitan ayuda, no más carga

El nuevo IVA ya está aquí. A partir del próximo sábado, 1 de septiembre, la subida del tipo impositivo será una realidad. Y con ella, el encaje de bolillos de las empresas que verán cómo se reducen sus ya pingües beneficios, en el caso de los más afortunados, porque la mayoría ve ya números rojos en su cuenta de resultados.

Pero el empresariado avisa que este nuevo gravamen no va a traer nada positivo. Es cierto que es una imposición de Bruselas para hacer llegar los millones que rescaten a la banca, pero no lo es menos que desde la patronal se tiene claro que hundirá el consumo y, lo que es peor, asfixiará aún más el empleo. Ese es el verdadero drama.

La economía no va a crecer y así lo reconoce hasta el propio gobierno que habla ya sin componendas de freno al consumo y al crecimiento. Además está por ver que la subida de los tipos del Impuesto sobre el Valor Añadido aumenten sobremanera la recaudación del arcas públicas.

Lo que sí es claro es que reducirá la de las pequeñas y medianas empresas, esas que soportan el mayor peso del Producto Interior Bruto leonés. Un descenso que provocará esa «asfixia» del empleo de la que hablan los empresarios.

León no está para perder más empleo. Si no se pueden crear nuevos puestos de trabajo es necesario que al menos se consoliden los que ya existen y, para que eso ocurra, las empresas necesitan más ayuda y menos cargas.