¿Por qué?

Tranquilidad que no tengo intención alguna de hablar de fútbol ni de Mourinho ni de la gran victoria del Real Madrid ante ese Barça que dicen superlativo, no. Lo mío es mucho más de pueblo, más de andar por casa, por aquí, por la provincia de León. Y, más concretamente, por los terrenos del socialismo leonés, que está claro en los últimos años va de bandazo en bandazo y no acaba de enderecer el rumbo. Eso sí, como dice la canción, por su culpita.

Ahora resulta que Matías Llorente se enfurruña y dice que se va, que abandona el barco, que rompe ese pacto de treinta años con el PSOE y que, a partir de aquí, caminará solo. Como si alguna vez hubiera hecho lo contrario. A Llorente siempre le ha gustado ir a su bola y mirar solo por su beneficio y el de los suyos. Y, diga lo que diga, los suyos nunca fueron los mismos objetivos que los del PSOE, si acaso uno y otro se han utilizado mutuamente por puro pragmatismo. Más de uno en el PSOE entonará aquello de «tanta paz lleve, como descanso deja». Pues que no aplaudan, porque el daño que les va a causar se hará notar y mucho en las próximas elecciones. Al tiempo.

Pero no se engañen. Esto no es un berrinche que le dio ayer por la noche. Matías Llorente lo tenía preparado desde hace mucho tiempo y, ahora, que el partido le dice que no a lo de seguir como viceportavoz, entona su canto del cisne en el PSOE. Un canto para el que el secretario de Ugal lleva afinando su voz desde mucho antes de las elecciones municipales y que hubiera piado con o sin viceportavocía.

Y es aquí donde surgen los interrogantes. ¿Por qué ahora cuando hay una nueva dirección que dice querer dar otro rumbo al partido? ¿Por qué no lo hizo cuando se descubrió el escándalo de Francisco Fernández y su millonaria indemnización de la Caja? ¿Por qué mantuvo el sostenella y no enmendalla con el millonario Fernández? ¿Por qué apoyó una lista a la Diputación que iba contra lo que él siempre defendió de dejar fuera a los concejales venidos de poblaciones de más de 20.000 habitantes? ¿Por qué se mantuvo al lado de Ibán García del Blanco cuando se descubrió el escándalo de su cambio de residencia al Bierzo, para facturar el kilometraje a la Diputación? Y, sobre todo, ¿por qué renovó su apoyo a Francisco Fernández y García del Blanco tras el descalabro electoral de las municipales?

Porque como decía Zapatero: Matías es Matías.