editorial
La León-Valladolid se va al fondo del cajón
El diseño del nuevo Plan de Infraestructuras por parte del Gobierno central supone la puntilla para el proyecto de autovía entre León y Valladolid. Al suma y sigue de malas noticias sobre las grandes obras de la provincia que se han visto paralizadas se une ahora el nuevo plazo establecido para la finalización del vial entre las capitales leonesa y vallisoletana. El umbral contemplado establece para el 2024 —más de dos décadas— la finalización de una obra en la que los retrasos se han ido acumulando desde hace ya muchos años.
El llamado Pitvi (Plan de Infraestructuras y Vivienda) que reemplaza al anterior plan denominado Peit supone un duro varapalo para un proyecto de unión de León con Valladolid que se va directamente al fondo del cajón.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, aseguró ayer que este plan será llevado este mismo mes al Congreso de los Diputados y durante su tramitación existe margen para que se puedan mejorar esos plazos que establece. Más de dos décadas parece un periodo excesivo para una infraestructura sobre la que existe el consenso de que supondrá una de las claves para el desarrollo de esta zona de la Comunidad y del noroeste de España, y para que León pueda integrarse en las redes de alta capacidad como un polo importante. En el plano político las reivindicaciones de unos y otros parece que se olvidan cuando les toca acceder al poder. Lo que era ayer urgente hoy se aleja más de dos décadas.