Los ciudadanos tienen derecho a ser informados

Las administraciones son muy dadas, todas y de cualquier color político, a anunciar a bombo y platillo sus logros y a inaugurarlos, después.

Eso es está bien. Hay que informar al ciudadano de lo que se hace, cómo se hace, por qué se hace, para quién se hace y cuánto ha costado todo lo que se ha hecho. Pero, casi con la misma agilidad con que se anuncias los logos, desde las administraciones se trata de que omitir aquello que creen que les puede perjudicar.

Esta semana se pudo comprobar cómo desde estas mismas páginas se denunciaba la falta de previsión de la Concejalía de aguas del Ayuntamiento de León, cuando apenas con 12 horas comunicaba en un nota de prensa, que los ciudadanos no verían hasta el día siguiente, el corte del agua en 36 calles. Pues bien, ayer se supo que la línea de autobús al aeropuerto dejaba de funcionar. Justo un año y medio después que desde la Consejería de Fomento de la Junta se anunciara como un logro más para el desarrollo de aeródromo de La Virgen del Camino.

La razón de su supresión es totalmente lógica: la falta de pasajeros. Está claro que en estos tiempos que corren no se pueden tener servicios deficitarios, sobre todo si son perfectamente prescindibles. Pero siendo eso cierto, lo que no es de recibo es que los ciudadanos se tengan que enterar cuando llegan a la parada y se encuentran con un papel que les dice que ya no funciona esa línea. Los ciudadanos tiene derecho a estar informados y las administraciones, la obligación de informarles.