editorial
Sin resultados no caben más horas de aeropuerto
El balance del mes de agosto y en general el del verano no ha sido nada bueno en el aeropuerto de León. La llegada de vuelos subvencionados ha permitido que se mantenga una cierta actividad aunque el descenso tanto en el número de operaciones como en el de pasajeros en agosto ha rozado el 50% con respecto al año pasado. Y con esos datos sobre la mesa es complicado pedir mejoras en el aeropuerto. La demanda para que no entre en vigor la reducción de horarios prevista para octubre tendrá difícil encaje en Aena a la luz de este balance.
La solicitud defendida para Good Fly con el objetivo de que se mantenga un horario más amplio de operatividad en el aeródromo de La Virgen del Camino tiene poco futuro a la luz de este balance del verano, un momento en el que la actividad del aeropuerto tiene que ser mayor.
Los datos de este año lleva la actividad del verano a los registros del 2004. Un retroceso de casi una década en el que también existen elemento poco claros como la falta de cumplimiento de Good Fly de sus obligaciones tras la cancelación del vuelo a Reus. Las ayudas económicas tenían unas condiciones y la empresa debe cumplirlas para poder legitimarse a la hora de demandar mejoras en la aeropuerto con respecto a los planes que tiene Aena.
Pero sin buenos resultados será complicado que se puedan atender esas demandas. Sin las ayudas públicas el balance habría sido demoledor pero también queda claro que no es suficiente.