Las «disculpas» de Herrera y el perdón de Clegg

Cuentan las crónicas que en la reciente apertura del curso académico que el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, pidió «sinceras disculpas» por los ajustes presupuestarios (la palabra «recorte» sigue ausente de su léxico) que está sufriendo la Educación. Coincidía que un día antes el viceprimer ministro británico, Nick Clegg, había pedido perdón públicamente por haber incumplido su promesa electoral de no subir las tasas universitarias. Sin embargo, la diferencia es notoria. Primero, no es exactamente lo mismo pedir perdón que pedir disculpas. Segundo, al acto de contrición de Clegg se le supone propósito de enmienda, algo que, como explicaré, no se vislumbra en la actitud del presidente Herrera.

Sucede que el mismo día de esas tímidas disculpas, la propia Junta hacía público su techo de gasto para el 2013, que rebaja en 381 millones de euros los fondos disponibles respecto al presente ejercicio. A la espera de que a mediados de octubre se presente el proyecto de Presupuestos de la Comunidad, sabemos por tanto que su cuantía retrocederá en torno a un 4%. El recorte en el gasto de las consejerías puede ser incluso mayor si se tiene en cuenta que el coste de la deuda pública (intereses y amortización) continuará aumentando.

Así pues, el cumplimiento del objetivo de déficit fijado a las comunidades autónomas aboca a Castilla y León a nuevos tijeretazos en el gasto público. Y no hace falta ser muy sagaz para adivinar que esos recortes van a volver a afectar a las tres consejerías (Sanidad, Educación y Familia) que concentran el gasto social de la administración autonómica. No solo porque dichas consejerías representan casi las tres cuartas partes del Presupuesto autonómico, sino porque el propio Mariano Rajoy tiene ordenado a las comunidades gobernadas por el PP que sigan recortando en Sanidad, Educación, Dependencia y demás políticas sociales.

Un dato más: En mayo pasado el consejero de Sanidad cifró en 234 millones de euros el ahorro en el gasto sanitario proyectado para el ejercicio del 2013 (casi el 7% sobre lo presupuestado en el 2012). En Educación, cuyo presupuesto descendió este año en más de un 7%, se espera el próximo una caída algo menos drástica, pero la escalada de recortes no se detendrá.

Quiere ello decir que cuando el presidente de la Junta ha pedido «sinceras disculpas» por la asfixia presupuestaria que está sufriendo la Educación pública ya sabía y tenía decidido someterla a nuevos recortes en el próximo Presupuesto de la Comunidad. Lo que, amén de poner en duda su acto de contrición, delata una absoluta falta de propósito de enmienda. La penitencia corre a cargo, ya se sabe, de profesores, alumnos, padres y demás damnificados.