Enmendar los supuestos

Con la llegada del otoño se asoman los primeros fríos y los borradores de presupuestos. Así lo dicta la tradición salvo en algunos casos como en Ponferrada donde hay que remitirse a la década pasada para recordar el último Presupuesto municipal aprobado.

Y como parte de este guión fijo también surgen las reacciones airadas. Tras la presentación de los Presupuestos del Estado ayer salió en tromba el PSOE en todas y cada una de las provincias de España para criticar el recorte y el agravio comparativo y también la deuda histórica... Nada nuevo y mucho menos sorprendente. Es su papel de oposición y como tal lo cumple con mayor o menor éxito en los argumentos. Pero en este guión se repetirá lo mismo de siempre. Las enmiendas que se anunciarán en cuestión de días a los Presupuestos llegarán siempre desde los partidos de la oposición. Cuando, en realidad, son las que menos importan porque no pasan más allá de meros gestos de cara a la galería.

Ahora el mapa político español está tan teñido de color gaviota que los únicos con verdadero poder de enmienda a los supuestos proyectos y obras que incluyen los Presupuestos son los de los parlamentarios de la bancada popular. Lo mismo ocurrirá en cuestión de semanas con el proyecto de cuentas de la Junta y de nuevo asistiremos a la presentación de la estéril lista de reclamaciones de la oposición.

En el anterior periodo de cohabitación de Junta-PP y el Gobierno-PSOE cuando se presentaban los del Estado salían los populares con sus listados de enmiendas y cuando era la Comunidad la que aireaba sus proyectos los socialistas ponían a funcionar los teclados para elaborar enmiendas. Unas y otras, mero papel mojado de lágrimas para una provincia que sigue malviviendo entre retrasos y promesas frustradas.

Pero con la situación monocolor en la que ha quedado el mapa político español deja todo en manos del PP leonés. El plazo para presentar enmiendas, para trabajar por lo que necesita León, se abrirá próximamente. Esas enmiendas a los supuestos que ha planteado el Gobierno de Rajoy sí serán creíbles e importantes. Pero hará falta valentía para defender lo propio y si los populares leoneses fuesen capaces de exhibir en Madrid y después en Valladolid una sola voz las probabilidades de ser escuchados sin duda crecerían.