La opinión del lector

Agradecimiento a todos

Necesito escribir estas palabras para dar las gracias porque es lo único que puedo hacer, en mi nombre y en el de mi marido (Francisco Rízquez) que él así lo querría:

Primero, a todos sus compañeros de trabajo y jefes que le dieron la mejor despedida y que le velaron estos días. Me hicieron sentir orgullosa del trabajo que él tenía y que adoraba. Ese cuerpo que es el de la Guardia Civil, que tantas vivencias nos hicieron pasar y que nos unieron aún más si se podía. También hacer una mención a sus compañeros de tráfico de Arévalo, su primer destino como motorista y en el que fuimos muy felices; que vinieron a darle su último adiós.

Quisiera dar las gracias a toda su familia del C.D. San Lorenzo, su equipo de la infancia y que él quería con locura, a su presidente Manolo al que admiró.

Muchas fueron las veces que me comentó: «Yo nunca me iré de este equipo, moriré con él». Así ha sido, pero por desgracia le quedaron muchas cosas que regalar a este gran deporte que él adoraba. « A sus niños», como él les llamaba, su equipo, al que entrenaba y entre los que se encontraba su hijo; les quiero agradecer lo feliz que le hicieron, no se pueden imaginar cuanto; fueron su válvula de escape en estos últimos tres años y el motor para seguir luchando, tuvo vivencias con el fútbol que le aportaron mucha, mucha felicidad; desde donde esté seguro que disfrutará de vuestros triunfos, decirles que nunca olviden el espíritu que les inculcó y que les hará llegar muy lejos sobre todo como personas.

A su cofradía de Jesús Divino Obrero, a la que pertenecía y le llenaba de orgullo acompañar su Cristo de la Resurrección, legado de su abuelo y que espero que pueda seguir haciendo su hijo. Por cubrirle con el manto de la Soledad, esa Virgen que le acompañó hasta el final y que siempre que podía pujaba.

Al director, profesorado y padres de alumnos del colegio Jesuitas en el que estudian nuestros hijos que nos han apoyado en estos duros momentos y al padre Chuspe por la misa de su funeral y acompañarnos hasta el final.

Ahora quiero continuar por sus amigos y dar gracias: A Falagán que se ha portado como «un amigo de verdad», no dejaste nunca de visitarle y animarle hasta el final. A su amigo desde la infancia Juan Luis, con el que hemos compartido muchas vivencias. A su cuñado Carlos que le pongo aquí porque empezó siendo su amigo y ha sido para él el hermano que nunca tuvo. A su compañero entrenador Luismi que estuvo a su lado sobre todo este último mes.

A todos sus amigos de la infancia, de juegos, de fiestas y del deporte que han ido a despedirle y una mención especial entre ellos a los hermanos del coro Juslema que tanto le gustaba escuchar.

A los médicos que le han atendido durante su enfermedad y en especial a su oncólogo, el doctor Andrés. Y a sus amigos que lo llevaron en hombros, a su familia que también es la mía, a mis padres y hermanos... y mi último agradecimiento es para él, mi gran amor, mi amigo, mi compañero y mi razón de ser. Por regalarme estos años en los que fuimos muy, muy felices, y por darme el mejor tesoro, nuestros hijos Fran y Lucía.

Me siento orgullosa de ser tu mujer. ¡Ay! compañero de fatigas, cuánto voy a echar de menos tus consejos, tus apoyos siempre incondicionales, tus abrazos y tu presencia. Me he quedado vacía pero nuestro amor nunca se destruirá y allí donde estés guárdame un lugar a tu lado. ¡Hasta luego, amor mío!

Nuria. LEÓN