EL RUBICÓN
Por la escuadra
Que esté tranquilo el alcalde de Valladolid que no voy a hablar de él. Cada uno es dueño de sus paranoias y este hombre, que en el apellido lleva la penitencia, sólo busca retroalimentarse. Y eso, pese a que a alguno como al portavoz del Partido Socialista del Ayuntamiento de León, el gran —por lo de alto— José Antonio Díez, le guste como alcalde.
Siempre puede irse para la capital pucelana. Al fin y al cabo uno más a contar en esta sangría demográfica que vive León apenas se iba a notar y a buen seguro que alguno de los suyos, los del PSOE, se lo agradecerían. Lo peor de un político es vivir del resentimiento y Díez parece que no ha terminado de asumir que el congreso ya pasó y que él y otros lo perdieron.
Dicen que uno debe aprender de sus errores, sobre para no volver a cometerlos. Claro que también el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra y José Antonio Díez debería recordar que la arrogancia fue el mal por el que más castigaron los ciudadanos a eso que él llama ahora ‘paquismo’.
Porque arrogante es salir ahora y decir que ningún cargo público debe ganar el doble del salario mínimo interprofesional, por cierto 641,40 euros al mes o 21,38 al día para que no se le vuelva a olvidar, cuando él acaba de quedarse con una dedicación exclusiva de más de 44.000 euros al año, 3.160 euros al mes en 14 pagas o lo que es lo mismo casi cinco veces más que esos míseros 641,40 euros del salario mínimo.
Pues hala. Ya sabe cuánto tiene que rebajarse el sueldo para cumplir con lo que usted mismo predica.
Ya está bien de decir una cosa mientras se hace la contraria. Ya está bien de frases hechas y demagogias baratas. Ya está bien de reírse de los ciudadanos casi al mismo tiempo que se les quieren colar un gol. Aunque para gol el que el secretario autonómico del PSOE, Julio Villarrubia, otro ilustre, le ha colado a los suyos al firmar el pacto con Juan Vicente Herrera. Sobre todo a Óscar López.
¿Cuánto creen que va a tardar el presidente de la Junta en echarle en cara ese pacto al portavoz en las Cortes y secretario de Organización federal? Villarrubia, como José Antonio Díez y su rebaja de sueldo para los altos cargos, sólo busca su minuto de gloria. Si para eso se tiene que echar en los brazos de Herrera y del PP, pues adelante. Lo dicho, eso sí que es un gol y no los de Messi, Ronaldo y Falcao. Y por la escuadra, que ahí ni López, y mira que es alto, llega.