Las obras de Feve, un ejemplo a seguir

En estos tiempos en lo que todo son retrasos, ajustes y reajustes, sorprende ver cómo algunas de las obras públicas que están en marcha siguen a buen ritmo, al menos al que se marcó desde sus inicios.

Este es el caso de la integración de la línea de Feve a su paso por León, que va quemando etapas para estar lista en la primavera del próximo año, tal y como se anunció cuando arrancó, todavía con Ángel Villalba al frente de la compañía de vía estrecha y así continúa, pese a que ya ha vuelto a cambiar de presidente, tras la marcha de Marcelino Oreja.

Los dos ejemplos más claros de este ritmo seguro que lleva la compleja reordenación del tren de Feve, a su paso por las calles de León, son la plaza Juan de Austria y el puente y entorno del colegio de los Maristas. Sin duda, los dos puntos más complejos de toda la obra, por la dificultad añadida de interrumpir el devenir diario de la ciudad. Hoy, ambas están ya dando sus últimos coletazos. Tanto es así, que el puente de los Maristas vuelve otra vez a ser visible y en la próxima semana estará finiquitado, con lo que cumplirá el plazo dado de finales de octubre para reabrirlo.

Es cierto que aún no hay fecha oficial y que ésta seguramente sea ya para los primeros días de noviembre, pero dada su complejidad, un retraso de unos días es insignificante.

La realidad es que las obras de Feve queman etapas según los plazos previstos, lo que las convierte en un ejemplo a seguir para otras.