La bondad de las cementeras

Esta semana hemos asistido, algunos con asombro, al cambio de estrategia de las cementeras leonesas, las de la Robla y Toral de los Vados, en su política informativa. En lugar de una lucha frontal, que anima la contestación, una política de comunicación para vender las ventajas de la quema de residuos sólidos urbanos, eufemísticamente llamada ahora por sus expertos valorización de recursos energéticos. Se trata de ilustrar o insultarnos a los analfabetos con sus saberes científicos: la sociedad no puede despreciar residuos que permiten el ahorro de combustibles fósiles; su aprovechamiento es clave para una industria más eficiente y ecológica; el 90% de las cementeras europeas utilizan esos residuos que mejoraran la eficiencia energética. Todas estas razones permiten al director gerente de la Fundación Laboral del Cemento y Medioambiente afirmar que el debate generado en el Bierzo contra la quema de residuos por Cosmos es un falso debate.

Pese a las bondades de las que nos hablan, algunos ignorantes seguimos incrédulos a esa propaganda aunque venga avalada por la Universidad o por ciertos expertos científicos. Nuestras razones son que no es verdad el ahorro energético que proclaman ni los efectos beneficiosos para el medio ambiente que, como un insulto a nuestra inteligencia, nos quieren vender. Es innegable, y más en una fosa tectónica como el Bierzo, que aumentará la contaminación del aire por dioxinas porque la empresa sólo ve en esto un negocio y los controles de nuestras autoridades son poco de fiar. Hay otros medios para valorizar los residuos sólidos urbanos, más caros probablemente pero también menos contaminantes. Lo que olvidan esos expertos es que las protestas y manifestaciones contra Cosmos sirvieron para que la Junta y la empresa Cimpor se comprometieran a no utilizar como combustible residuos sanitarios, neumáticos, lodos de depuradoras o harinas animales; sólo quemaría biomasa.

Las jornadas vividas esta semana en el Club de Prensa del Diario de León hacen temer lo que algunos ya pensábamos, que no es sólo biomasa lo que quieren utilizar como combustible sino todo tipo de residuos, con la excepción probablemente de los peligrosos desechos sanitarios. De otro modo no se explica la artillería pesada que han sacado para convencer a la sociedad de las bondades de las cementeras. No es lo mismo quemar biomasa que utilizar residuos que, no nos van a convencer, son peligrosos para la salud, el medio ambiente y la economía agrícola comarcal. En todo caso no parece que en España ni en León se den hoy las condiciones para que las empresas Tudela Veguin y Cimpor, y ni siquiera las autoridades, lleven el control de esas quemas y de los filtros necesarios para evitar su contaminación. Mientras tanto queremos un Bierzo Limpio ¡Salvemos León!