EL RINCÓN
Puente renovador
Con una visión de futuro inmediato, lo más interesante que pueden encontrar los españoles es el puente de Todos los Santos. Sí, sí, de los Difuntos, de Todos los Santos como toda la vida. Me resisto a lo de Hallowen por mucho que sepa que tenemos perdida la partida, empezando en casa con mi hijo. Ahora mismo, cualquier evento es bienvenido por los comerciantes para intentar atraer la atención y conseguir algunos ingresos aunque se trate de una tradición importada. Pero eso de perder cierta identidad española frente al marketing y el consumismo anglosajón es una cosa; y lo de Cataluña es otra. Ya tenemos programa electoral de CiU en su afán soberanista para tapar su mala gestión. En su estrategia, perfectamente calculada y ejecutada con éxito por el seguimiento que parece que está consiguiendo, no menciona la palabra independencia y amplía los plazos de un posible estado nuevo al año 2020.
La situación no mejora tras conocerse que los socialistas no quieren quedarse atrás en afanes soberanistas y han incluido en su oferta electoral el derecho a decidir de los catalanes dentro de una opción federal que no transmite mucha credibilidad. En las últimas elecciones autonómicas en Cataluña, los socialistas pagaron en las urnas una pésima gestión del poder junto con los independentistas y los comunistas y una identidad confusa por sus esbozos nacionalistas. En ese momento quedó claro que los catalanes castigaron a los socialistas como responsables de la grave situación del paro que sufre Cataluña tras dos gobiernos del Tripartito y de Rodríguez Zapatero en Madrid. Todas las encuestas vaticinan una nueva debacle socialista el próximo 25 de noviembre mientras en el seno del partido están más ocupados en sus luchas internas por el liderazgo que en ofrecer un discurso político claro y definido, con todas sus consecuencias, para toda España. Y eso incluye con urgencia a Cataluña y País Vasco. A los resultados electorales más recientes nos podemos remitir.
Pero nos ocupábamos del puente de Todos los Santos: una buena oportunidad para nuestro turismo, para crear algo de empleo y para renovar actitudes, cargar pilas y mirar la situación con un poquito de optimismo. A ver si nos dejan.