editorial
Los desahucios exigen una respuesta urgente
Los desahucios por impago de la hipoteca han dejado literalmente en la calle a 350.000 familias españolas en lo que va de año porque no podían seguir pagando al banco las cuotas mensuales. El drama clama al cielo y adquiere tintes dramáticos si lo traemos al terreno más próximo: 626 familias leonesas perdieron su casa en el primer semestre del año y la previsión es que se cierre el 2012 con el doble de los 680 desahucios del año pasado.
Las escenas de desahucios que se ven día tras día la televisión y en los periódicos son realmente conmovedoras. Familias arrojadas a la calle por impago de hipotecas contraídas con bancos o cajas de ahorro que en cuanto logran el desalojo echan el cierre y dejan la casa vacía. Una tragedia que no acaba con los muebles en la acera sino que, perdida la vivienda, la familia sigue siendo morosa del banco que se quedó con su casa.
Una solución reclamada podría ser que no se desalojara de sus viviendas a los que tienen que dejar de pagar sus cuotas a cambio de un alquiler con un precio módico. La otra, cambiar la ley para que las deudas se cancelen con la dación del piso. Paradójicamente, mientras la Junta creó un servicio de mediación con los bancos para evitar el desahucio al que enseguida se acogieron decenas de familias, el Gobierno sigue dejando a los bancos actuar a su antojo. Es necesario hacer algo, y además hacerlo urgentemente: la sociedad exige un pacto de los partidos políticos para acabar con este drama que debería avergonzarnos a todos.