La opinión del lector
Nuevo descubrimiento de pinturas rupestres
El nuevo descubrimiento de pinturas rupestres anunciado a bombo y platillo por el licenciado Feliciano Cadierno, en la bautizada cueva Rodolfo, no es tal ni data del pasado martes, ya que consta en la comunidad científica desde hace cinco años o más.
El monigote o antropomorfo que aparece en la fotografía publicada por Diario de León el pasado 26 de octubre, sin ninguna duda pertenece a un abriguito rocoso (no es cueva ni mucho menos caverna) ubicado en un afluente del río Cúa, digamos en el entorno de Fresnedelo. Hace al menos cinco años, Benigno Abella, guarda del Parque Natural de Ancares, en compañía de los auténticos descubridores, guiaron al arqueólogo provincial hasta allí, o sea que por fuerza hay constancia institucional del hallazgo y no es eximente la ignorancia. Yo estuve por primera vez en el yacimiento hace tres años, para documentarlo por completo, en compañía del escritor villafranquino Santiago Castelao y por el propio Benigno Abella, que muy amablemente facilitaron el chivatazo porque sabían de mi interés por las pinturas rupestres esquemáticas de León, parte de las cuales han quedado recogidas y editadas en la primera parte del libro Manuscrito de los brujos .
Me temo que de nuevo estemos ante oscuros chanchullos o enjuagues, más tristes por cuanto conciernen al supuesto mundo de la cultura. La primera obligación de un auténtico investigador, es ir con la verdad por delante. Mal comienzo y malas influencias, que dicen mucho de la forma en que puede labrarse un futuro académico.